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Año decisivo para Colombia

No es una exageración decir que 2006 será uno de los años más interesantes de la historia de Colombia. En medio del tormentoso contexto político latinoamericano, en especial en la región andina, Colombia ha vivido una de las mejores épocas de su historia en los dos últimos años.

No es una exageración decir que 2006 será uno de los años más interesantes de la historia de Colombia. En medio del tormentoso contexto político latinoamericano, en especial en la región andina, Colombia ha vivido una de las mejores épocas de su historia en los dos últimos años.
Cartel de la campaña electoral de Uribe en el año 2000.
Esto implica un enorme mérito, si se considera la lastimosa situación económica y política que vivió el país a finales de los 90 y a principios de la presente década.
 
El enorme favor popular de que goza el presidente Álvaro Uribe llevó a que se adoptara una reforma que permite la reelección presidencial inmediata por un período. Ya Uribe ha declarado su intención de ser candidato, y las encuestas muestran que, si las elecciones fueran hoy, ganaría fácilmente en la primera vuelta.
 
De resultar elegido, la agenda de trabajo del presidente Uribe deberá ser ligeramente diferente a la de su primer período, aunque, en opinión de este analista, deberá conservar las líneas fundamentales del programa original: seguridad y crecimiento económico.
 
En cuanto a la primera, y a pesar de lo que afirman algunos críticos, no puede haber duda sobre el éxito de la estrategia de Uribe, que ha mostrado ser acertada pero que todavía debe avanzar mucho más. Los colombianos cometeríamos un error histórico si, en este preciso momento, diéramos un giro en la estrategia de seguridad.
 
Por otro lado, en 2006 Uribe tendría que dar una culminación satisfactoria al proceso de paz con los llamados "grupos paramilitares". Frente a dicho proceso, la "comunidad internacional" se ha comportado de manera algo ambivalente, pues lo condena y ataca con frecuencia, cuando ha producido un gran número de desmovilizaciones efectivas y entregas de armas. En años anteriores, cuando las negociaciones eran con la guerrilla, los abusos de la contraparte eran mucho mayores, y no recuerdo haber escuchado tantas críticas.
 
Terroristas de las Autodefensas Unidad de Colombia (AUC).Será necesario, para garantizar la seriedad del proceso, aplicar una política de mano dura contra quienes no se acojan a él, o contra quienes lo utilicen para seguir cometiendo crímenes mientras se resguardan tras la negociación.
 
En el frente económico, el principal reto para el año 2006 será convertir este buen momento en una tendencia más sólida y duradera. Colombia está viviendo uno de sus mejores momentos en materia económica. En el año 2005 el índice de la Bolsa de Valores de Colombia (IGBC) creció un 119%. El crecimiento económico en 2005 se acercará al 5%, y la inflación fue inferior a la meta del 5% establecida por el Banco Central. Incluso en el angustiante frente fiscal hay mejoría. La inversión privada y el consumo muestran una dinámica favorable.
 
En buena medida, estos resultados favorables tienen su raíz en la política de seguridad, que revivió la confianza en el país. Sin embargo, de llegar a ser reelegido, Uribe tendrá que mostrar un liderazgo más claro para consolidar los buenos tiempos.
 
Deberá, en primer lugar, adoptar una posición más seria en lo relativo al TLC que se negocia con Estados Unidos. Uribe ha sido sumamente sensible a las quejas y lamentos de sectores privilegiados que se consideran amenazados por este tratado y no ha transmitido al país una convicción sólida sobre las ventajas de avanzar en el libre comercio. Como resultado, los colombianos son cada vez más escépticos frente al TLC, y la oposición ya prepara todo su arsenal para derrotarlo cuando llegue al Congreso, o a la Corte Constitucional.
 
Uribe también deberá proponer reformas de carácter más sustancial, que no sólo generen crecimiento hoy, sino que den una mejor forma a la economía colombiana. Es necesario avanzar, por ejemplo, en la erradicación de la cultura del trámite y el papeleo. Será necesaria una reforma del sistema impositivo, que lo haga más amigable y, sobre todo, más fácil de entender y de cumplir. Y tendremos que empezar a prepararnos para cuando, en un futuro no muy lejano, caigan sobre Venezuela las desgracias económicas que se están sembrando hoy día. Venezuela es uno de los mayores compradores de productos colombianos.
 
En fin, son muchos los retos y los anhelos: Colombia en 2006 será, en muchos aspectos, como una novela de suspense.
 
 
© AIPE
 
Andrés Mejía-Vergnaud, director ejecutivo del Instituto Libertad y Progreso (Bogotá).
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