Menú
Enrique Navarro

La guerra de Ucrania es inminente

La OTAN sabe que Rusia invadirá Ucrania a finales de enero porque nadie desplaza semejante cantidad de hombres para una presión política o maniobras.

La OTAN sabe que Rusia invadirá Ucrania a finales de enero porque nadie desplaza semejante cantidad de hombres para una presión política o maniobras.
Activistas ucraniano protestan frente a la embajada alemana en Kiev. | EFE

Pongámonos primero en antecedentes. Rusia se anexionó por la fuerza Crimea en 2014 e instauró un gobierno paralelo al de Ucrania, en el oriente del país, de mayoría prorrusa, al que ha venido armando desde entonces, y alimentando el odio contra Kiev. Combates esporádicos se vienen sucediendo en la no frontera que han conllevado decenas de muertos entre las tropas ucranianas. En los últimos años Putin ha venido denunciando la política antirrusa desarrollada por el gobierno de Kiev acusándole de genocidio. (Casus Belli)

En los últimos meses la OTAN ha detectado fuertes movimientos de tropas rusas en la frontera que se estiman alrededor de cien mil hombres, así como un incremento de maniobras navales y aéreas en la zona y en Crimea. Nadie desplaza semejante cantidad de hombres para una presión política o para maniobras. La OTAN tiene claro que Rusia invadirá Ucrania a finales de enero. (Todas las guerras empiezan para defenderse de una supuesta agresión que justifica la movilización)

Por el otro lado, Estados Unidos no sólo ha entregado ayuda militar a Ucrania por 2.500 millones de dólares sino que dispone de un número indeterminado de fuerzas especiales en el país entrenando al ejército ucraniano, que hoy en día está mucho mejor preparado y dotado de lo que lo estaba en 2014 y con 250.000 efectivos. Como parte añadida al problema, y que para Rusia es una cuestión irrenunciable, el presidente ucraniano solicitó en 2008 el ingreso en la OTAN, que todavía está por decidirse. Rusia no quiere ver a la OTAN en su vientre en una región que ellos consideran parte de la madre Rusia. (Aderezo bélico: el malo es el otro)

Y finalmente, el gas. Rusia terminó de construir el gaseoducto Nord Stream 2 que llevará el gas a centro Europa desde Rusia, evitando a Ucrania, y por supuesto dejando fuera de su suministro a los países que fueron de la órbita soviética, a los que nunca ha perdonado que hayan querido abandonar la tiranía rusa para gozar de libertad. Este gasoducto suministrará a Alemania casi el 40% de sus necesidades de gas, y adivinen quién es el presidente del gaseoducto ruso Nord Stream 2, pues el último canciller socialdemócrata alemán, Gerhard Schroeder. El hecho es que Estados Unidos por boca del presidente Biden amenazó a Rusia con cerrar el gaseoducto, que todavía esta pendiente de decisiones administrativas, lo que le privaría a Moscú de una billonaria cantidad de euros en el corto plazo; aunque seguro que China vería con buenos ojos el construir un gaseoducto siberiano que llevara el gas ruso a sus necesitadas y populosas ciudades. Todo esto suponiendo que el nuevo canciller alemán le siguiera el juego a estados Unidos.(La teoría del espacio vital siempre de fondo)

Una invasión de Ucrania sería en primer lugar, teniendo en cuenta las capacidades de los dos países, una catástrofe humana con decenas de miles de muertos; pero en segundo lugar sería un punto de inflexión. Si Occidente no detiene a Rusia fuera de Ucrania, el resto de países del este de Europa, especialmente Polonia y los Bálticos caerán como piezas de dominó. Si aceptamos el chantaje de" calefacción por territorios", Europa habrá capitulado. (Toda larga guerra comienza con un primer paso)

Pero es Putin quien más tiene que perder; podría encontrarse con todo Occidente en contra y con un Afganistán en Ucrania; el coste de una guerra para Rusia sería inasumible y seguramente sería el fin de la era Putin. Su carta es arriesgada, pero si la OTAN respalda sin fisuras a Ucrania, la democracia se habrá apuntado una gran victoria. Pero no hay victorias sin consecuencias negativas, y en este caso se corren algunos riesgos importantes. Si se paraliza el Nord Stream 2, el precio del gas, que ya se ha incrementado en las últimas semanas un 7% ,seguiría subiendo hasta cifras que provocarían un colapso en Europa que entraría en una espiral inflacionista y en un caos del sálvese quien pueda. (Si los muertos ajenos valen más que los propios tienes una ventaja estratégica)

Si finalmente Putin lanza sus hombres contra Ucrania, no podrá evitar la guerra total; ya no se va a encontrar con una guerra de baja intensidad que le lleve a fortalecerse en las posiciones del Oriente y provocar una involución en Kiev regresando a los gobiernos títeres prorrusos. La rusofobia se han instalado en la sociedad ucraniana y no parece posible evitar el conflicto. La anexión de las repúblicas orientales por la fuerza o la creación de un estado títere no serían el último paso, porque a Putin no le interesan ni le preocupan los prorrusos de Ucrania, sino la amenaza occidental sobre Rusia, y por eso no se va a detener de motu proprio, hasta controlar toda Ucrania. (Detrás de un país agresor hay líder megalómano)

Rusia ya ha comenzado su política de diseminar fake news y de movilizar a la izquierda radical europea contra el régimen ucraniano tildándolo de aliado del imperialismo americano, así que no será de extrañar que muchos gobiernos europeos se dejen influenciar por esta profusión de razones en favor de la invasión y de congelar el problema dentro de Ucrania. España, seguramente se encontraría en este bloque, con la teórica ventaja de que no dependemos energéticamente del gas ruso; pero aquí tenemos un punto débil: Argelia, del que sí dependemos. Argel es el gran aliado ruso en el Mediterráneo y Putin se está encargando de proveerle de todo su arsenal más moderno para su siempre potencial enfrentamiento contra Marruecos, el ahora más firme aliado de Estados Unidos e Israel al percatarse de que con Europa no podía contar para proteger sus intereses. (Antes de una guerra siempre llueven razones para justificar la agresión y surgen movimientos políticos favorables a la misma)

Así que ya tenemos la tormenta perfecta en la que nos vamos a ver envueltos y sin quererlo ni buscarlo. ¿El nuevo gobierno socialdemócrata alemán será capaz de sacrificar el gas ante un frio invierno por salvar Ucrania? Mucho me temo que Europa se pondrá de perfil y Estados Unidos aparecerá como el salvador de esta Europa del Este que sufrió millones de muertos para salir del comunismo y que no encuentra en la Europa de Berlín y París un acomodo que les proteja de su enemigo real, que ambiciona como siempre, poner sus fronteras occidentales en el Danubio y en el Oder y al resto de Europa a sus pies. (Y al final el interrogante de siempre: ¿habrá algún británico que se oponga a este nuevo contubernio de Múnich?)

Temas

En Internacional

    0
    comentarios

    Servicios

    • Radarbot
    • Biblia Ilustrada
    • Libro
    • Curso