Para castigar a Madrid, hace nada el PSOE hablaba de la necesidad de una armonización fiscal. O sea, de centralizar algunos impuestos. Ahora, en su próximo congreso y con la misma finalidad de acogotar a Madrid, los socialistas se van a ocupar de la necesidad que tiene España de descentralizarse. Luis Tudanca, secretario general en Castilla y León, ha amenazado: "Los centros de poder, de desarrollo económico, tienen que venir ya a la España vacía. La gente está harta de ver, generación tras generación, que no hay oportunidades. La descentralización es una de las herramientas más poderosas que tenemos". Se destaca el ejemplo que dio Zapatero llevándose tantas cosas a León. Olvidan aclarar que el Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe), la Unidad Militar de Emergencias o el Centro de Tratamiento de Denuncias Automatizadas los puso Zapatero en León, no porque la provincia estuviera especialmente vacía, que para eso tendría que habérselos llevado a Soria o a Teruel, sino porque el solemne es de León, aunque naciera en Valladolid. Aquello no fueron más que cacicadas.
Siguiendo el consejo de Maquiavelo, se ha pensado, para apaciguar el separatismo catalán, trasladar a Barcelona todas las instituciones del Estado que se pueda, por ejemplo el Senado. Cacicadas o maquiavelismos, poco tienen que ver con lo de llenar la España vacía. Es más, si tanto preocupa la despoblación al PSOE, el congreso tendría que haberse convocado en Las Hurdes o los Monegros y no en Valencia, donde sobra gente, especialmente Ximo Puig, que por cierto quiere que le lleven allí no sé qué cosa de puertos y aeropuertos, intentando así otra cacicada socialista.
¿Cuál es entonces el problema? El problema es que casi todos los presidentes regionales, incluidos algunos del PP, hacen las cosas peor que Isabel Díaz Ayuso y las regiones que gobiernan se empobrecen comparativamente con Madrid. Como no están dispuestos a admitir que la diferencia la marca su incompetencia, su ineficacia y su gestión ideologizada o acomplejada, según los casos, atribuyen el éxito madrileño a que en Madrid están los ministerios y lo que pomposamente Tudanca llama "los centros de poder". Como saben que no pueden evitar que Madrid sea la capital de España, cuando todas las medidas descentralizadoras se revelen incapaces de generar riqueza dirán que había que haber descentralizado más. Lo cierto es que Madrid lleva muchos siglos siendo la capital de España y desde la época de la industrialización jamás hasta hoy había sido una región especialmente rica, comparada con el País Vasco, Cataluña, Valencia o Baleares. Si hoy lo es en términos relativos, no es solamente por estar bien gestionada sino sobre todo por lo mal gestionado que está el resto.
Dicen que España no es Madrid. Y tienen toda la razón. Pero cada vez son más los españoles a los que les gustaría estar gobernados al estilo Ayuso. Eso no sólo no lo quiere reconocer el PSOE, tampoco le gusta admitirlo al PP. Pero la verdad es la verdad, la diga Agamenón o su porquero.