Lo de Bárcenas no va a acabar bien. No puede hacerlo un asunto que obliga al presidente del Gobierno a decir que él es recto y persona honrada. Cuando alguien que ocupa ese cargo se ve obligado a hacer semejante proclama es que las cosas están muy mal. También dijo aquello de: me piden que me declare culpable y no lo voy a hacer porque no lo soy. Y ahí sí que hay algo de excusatio non petita, porque nadie le ha pedido tal cosa. Lo que sí le han pedido es que dimita, pero no porque sea culpable, sino por ser políticamente responsable de las andanzas del tesorero que él, y no otro, puso al frente de los dineros del PP. La proclamación de tanta inocencia resulta inquietante cuando, aunque baste ser inocente para no ir a la cárcel, no es suficiente para ser presidente del Gobierno. Es necesario además que no haya la más mínima duda al respecto. Y si uno tiene que ir al Congreso de los Diputados a declararla es que esa inocencia no es tan obvia como debería ser.
Ahora viene el ABC y, al publicar una entrevista con el muy capaz Arias Cañete, decide titularla con otra manifestación de inocencia: "Yo no he robado en mi vida". Cómo estará la cosa para que uno de los ministros más valorados, y con razón, se vea impulsado a hacer tal declaración. Y cómo estará para que uno de los medios que más ha defendido a Rajoy en este escándalo decida que, entre todas las cosas dichas en esa entrevista, sea esa la que más puede interesar a sus lectores. Porque, ¿quién ha dicho que Arias Cañete haya robado nada? ¿Es que el ministro de Agricultura no tiene nada más importante que decir que declarar que no roba? Al fin y al cabo, la crisis de Gibraltar se inició como conflicto pesquero y la pesca depende del ministerio de Arias Cañete. Pero de eso no le han preguntado.
Más curioso que el hecho de que Bárcenas haya obligado a los del PP a proclamar una inocencia que, al menos en el caso de Arias Cañete, nadie ha puesto en duda es que en el PSOE se haya producido un fenómeno similar en la persona de su secretario general. Y así hemos visto cómo Rubalcaba ha proclamado a los cuatro vientos que él jamás ha cobrado en negro. Y digo yo: ¿quién ha acusado a Freddy de cobrar nada en negro? ¿Y podría decir lo mismo y con la misma seguridad de todos los demás miembros de su partido? Ya hemos sabido por Alfonso Guerra que eso fue precisamente lo que Garzón pretendió en la fecha en que el PSOE le dio un cargo. El caso es que de momento el secretario general del PSOE no ha querido seguir el ejemplo de Rajoy y enseñar su declaración de la renta. Ya sé que es un gesto inútil para la galería, pero uno lo ha hecho y el otro, no. Ya digo, lo de Bárcenas no va a acabar bien.