La aparición de los nuevos detalles de la intolerable negociación con el separatismo que está desarrollando Pedro Sánchez ha superado todas las líneas rojas y ha llevado a la oposición no sólo a elevar el tono de su crítica, sino a constatar que la irresponsabilidad de Sánchez y su falta de escrúpulos son un auténtico peligro para España y hacen necesario por tanto no sólo esas declaraciones más contundentes, sino también que se tomen otras medidas.
En este sentido, Libertad Digital no puede más que apoyar la convocatoria de una gran manifestación conjunta que PP, Ciudadanos y Vox han planteado para este próximo domingo en Madrid y animamos a todos a participar en ella. Es necesario visualizar más allá de las instituciones el rechazo que la irresponsable política de Sánchez despierta en la sociedad, hacer ver al presidente del Gobierno que una gran parte de los españoles no están dispuestos a consentir la venta a plazos de la soberanía nacional, que el pueblo sabe que España le pertenece y que no está dispuesto a dejar que le sea arrebatada.
Las circunstancias absolutamente excepcionales por las que atravesamos hacen necesaria esta movilización y hacen imprescindible que transcurra dentro de determinados cauces, que además serán los que garanticen su éxito. Esta no puede ser una manifestación partidista aunque hayan convocado los partidos, no puede ser la plataforma en la que se diriman las legítimas diferencias que mantienen los tres partidos convocantes, ni un podio en el que sus líderes se disputen un protagonismo que debe corresponder a los ciudadanos y al momento de emergencia en el que se encuentra la nación.
La movilización debe ser, además, un primer paso y no el único: si como bien han dicho tanto Casado como Rivera como Abascal, España y su futuro están en riesgo -y es cierto que lo están- los partidos políticos deben usar todas las armas a su alcance para enfrentarse a Sánchez. Armas como, tal y como ha sugerido este mismo miércoles Pablo Casado, las denuncias en los tribunales de muchas de las decisiones tomadas por el Gobierno que son evidentemente ilegales.
A este respecto no hay que olvidar que el proceso judicial contra el Golpe de Estado en Cataluña -que por cierto debe ser otro de los puntales que defiendan cueste lo que cueste los partidos constitucionalistas- ha sido posible a partir de una denuncia presentada en su día por Vox, por lo que no sería la primera vez que la Justicia sirve, como es obvio, para frenar a aquellos que pretenden pisotear la legalidad.
Por último, los partidos deben también darse cuenta de que tiene que hacer uso de todas las iniciativas parlamentarias a su alcance, entre ellas la moción de censura. En primer lugar porque a estas alturas es ya una necesidad no sólo política sino también moral que el rechazo al felón Sánchez y a su traidora y traicionera política se plantee en el Parlamento.
Y en segundo porque a unos meses de unas elecciones municipales, autonómicas y europeas que son cruciales para nuestro país como no lo han sido nunca, los votantes tienen derecho a saber en dónde están todos y cada uno de los diputados. Si de verdad hay un PSOE más allá del ‘sanchismo’ tal y como asegura Ciudadanos ese será el momento para verlo salir a la superficie; si barones socialistas como Díaz, Fernández Vara, García-Page o Lambán están dispuestos a sacrificar su propio futuro político por seguir apoyando a Sánchez, sus votantes en Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha o Aragón merecen saberlo.
En suma: en una hora crítica para España todos tienen retratarse y esa votación en el Congreso ante toda la nación sería el momento de la fotografía definitiva.