No le falta razón al viceministro polaco de Asuntos Exteriores, Pawel Jablonski, al preguntarse públicamente: “Si la Unión Europea sanciona a Polonia por elegir al Poder Judicial por una mayoría de tres quintos del Parlamento, ¿qué hará Bruselas si España nombra el CGPJ por la mitad más uno?". Ciertamente, si la reforma planteada en Polonia constituye una merma de la separación de poderes muy similar a la que se perpetró en España en 1985 –por la que los vocales del órgano de gobierno de los jueces pasarían a ser elegidos por el Poder Legislativo por mayoría de 3/5 en el Congreso y en el Senado–, la mucho más nefasta que ahora planean socialistas y comunistas, en indisimulable vulneración del artículo 122 de la Constitución, constituye un ataque letal a uno de los pilares del Estado de derecho.
Así las cosas, haría bien la oposición democrática al régimen chavista que Pedro Sánchez y Pablo Iglesias pretenden imponer en coordinarse para denunciar ante la Comisión, el Parlamento y los tribunales europeos este atropello a nuestro régimen de libertades con la mayor contundencia y reiteración posible. Al fin y al cabo, PP, Vox y Ciudadanos pertenecen a grupos parlamentarios distintos en Estrasburgo, lo que puede dar mucho más eco a su denuncia.
El golpe a la separación de poderes que pretenden perpetrar PSOE y Podemos atenta contra los principios fundacionales de la Unión Europea, y ha de ser una prioridad para la oposición democrática el instar a Bruselas a pronunciarse al respecto.
Naturalmente, llegado el momento de su aprobación, la oposición democrática deberá acudir al Tribunal Constitucional, que no podrá aceptar que la “mayoría de tres quintos” que literalmente requiere la Constitución pueda convertirse en “la mitad más uno”, tal y como pretende la reforma chavista pergeñada por PSOE y Podemos. Mientras tanto, PP, Vox y Ciudadanos deben emprender una campaña de información a gran escala para que todo ciudadano sea consciente del atentado al orden constitucional que traman socialistas y comunistas con el respaldo de sus aliados separatistas vascos y catalanes.
El absoluto desastre de la gestión social-comunista de la crisis económica y sanitaria que está sacudiendo a España como a casi ningún otro país del mundo occidental está, comprensiblemente, centrando los esfuerzos de PP, Vox y Ciudadanos; pero han de extender la crítica a esta maniobra peligrosísima contra el orden constitucional, pues está en juego la supervivencia del régimen democrático.