A pesar de las colosales dosis de propaganda gubernamental que ha venido recibiendo la sociedad desde que estalló la pandemia del covid-19, lo cierto es que el Gobierno del socialista Pedro Sánchez y el comunista Pablo Iglesias ha sido de los que peor ha manejado la crisis no sólo en Europa sino en el resto del planeta.
Seis meses después de que se extendieran a Occidente los contagios de la pandemia originada en China, hay indicadores que acreditan de manera incontestable la magnitud del desastre en España, en el que tanta responsabilidad tiene el Ejecutivo social-comunista.
Tómese, por ejemplo, el caso del PIB. Mientras la caída en Europa se sitúa en torno al 12%, en España se ha desplomado hasta el 18,5%, un 50% más que la media de la Zona Euro. Lo mismo cabe decir del mercado laboral, con unas cifras de paro impropias de una economía europea... y casi de cualquier país del mundo si se incluye en la misma a quienes están en un ERTE, pues en ese caso el desempleo se eleva hasta un formidable 40%.
El desastre adquiere un cariz trágico si se repara en los niveles de mortandad y el número de contagios durante los meses más duros de la pandemia del coronavirus. En ese terreno, el Gabinete Sánchez pulverizó todos los registros negativos, convirtiendo a España en el país que peor gestionó el aspecto sanitario de la crisis. No solo eso. Los rebrotes se están produciendo de manera mucho más frecuente y acusada en España que en cualquier otro país de Europa, lo que ha supuesto un tremendo mazazo para el turismo estival que se traducirá en una intensa destrucción de empleo en el sector, responsable del 13% de la riqueza nacional.
Ya pueden Sánchez e Iglesias tratar de ocultar su responsabilidad con palabrería y sobornos presupuestarios, pero estos son los datos y esta la dura realidad a la que se enfrenta España bajo el yugo de un Gobierno sectario e incompetente, integrado por comunistas y apoyado por el separatismo.