El consejero andaluz de Justicia e Interior, Emilio de Llera, se ha despachado con unas estupefacientes declaraciones a Europa Press en las que afirma no haberse "estudiado" el escándalo de las facturas falsas de UGT y llama a "no satanizar" al sindicato socialista.
En la referida entrevista, Llera se revela un sujeto incompetente, irresponsable y sectario. Eso, en el mejor de los casos. ¿Cómo puede el consejero de Justicia de la Junta de Andalucía no haberse "estudiado" un caso tan grave como el de las facturas falsas, que ha llevado al Gobierno al que pertenece a personarse en la causa? Y si no lo ha estudiado, ¿por qué niega que se trate de un "fraude generalizado"? "Una cosa es uno y otra cosa con todos", "No se puede decir que, en cuanto se observa una falla, ya sea algo generalizado en todo el sistema", dice Llera. Que o es muy ignorante u omite de esta patética manera el hecho de que el propio extesorero de UGT-Andalucía, Federico Fresneda, ha afirmado que la plana mayor del sindicato estaba al corriente de lo que se estaba perpetrando. Llera hace semejante papelón por ser la UGT lo que es, el servil sindicato del PSOE. Así que, lo dicho, se trata de un sujeto incompetente, irresponsable y sectario. En el mejor de los casos.
En cuanto a lo de "no satanizar" a la central que no se cansa de protagonizar los peores escándalos de corrupción en el tenebroso mundo del sindicalismo, y dicho por un miembro de un Gobierno con el pavoroso historial que presenta en casi todos los ámbitos, también o sobre todo en el del manejo de fondos públicos, qué decir. Pues que no se trata de satanizar a la UGT, sino de hacerle un exorcismo. A ella y a la propia Junta de Andalucía, cuyas políticas y prácticas maléficas han convertido a la región que desgobierna en un infierno de atraso, corrupción y caciquismo.
Para este exorcismo no se necesitan curas, sino periodistas, jueces, fiscales y contables.