Benignos
Miomas: son sobre todo tumores del útero (matriz) que los padecen aproximadamente el 50% de las mujeres. Pueden ser únicos o múltiples y la mayoría son asintomáticos. Se alimentan de las hormonas femeninas. Solo se deben de tratar si dan problemas: dolor o sangrado o si se asocian con problemas de esterilidad. Los tratamientos pueden ser médicos, quirúrgico o incluso mínimamente invasivos en casos seleccionados.
Endometriosis: también muy frecuentes, 15% de las mujeres que todavía tiene el periodo (no menopáusicas). También se alimentan de las hormonas femeninas y sus síntomas pueden variar mucho en función de cada paciente e independientemente de la cantidad de enfermedad que tenga. Se asocia a mujeres trabajadoras y sometidas a cierto nivel de estrés, por lo que cada vez se diagnostica con mayor frecuencia. También se asocia con esterilidad. Su manejo no es nada fácil dado que depende de las hormonas y de la menstruación, por lo que su tratamiento es entrar en la menopausia (ya sea natural o provocada).
Teratomas: el tumor de ovario más frecuente de la mujeres. Pueden estar formados por todos los tejidos existentes en el cuerpo. Nos encontramos con pelos, dientes, tejido nervioso….y en general su tratamiento es quirúrgico. Sólo en caso de que sean muy grandes se quita el ovario. La mayoría de las veces sólo hace falta quitar el quiste. Es raro que aparezcan en el otro ovario.
Condilomas genitales: asociados al virus del papiloma humano de tipo benigno. El virus del papiloma humano es la enfermedad sexual de origen viral más frecuente, por lo que se observa con mayor frecuencia en mujer joven, sin pareja estable. Los preservativos no son del todo protectores, porque no cubre todas las zonas de contacto. Su tratamiento suele ser médico y, en casos muy extensos, quirúrgico. Existe una vacuna preventiva.
Premalignos y malignos
Precáncer y cáncer de cérvix, vulva, vagina y anal: son los tumores ginecológicos más frecuentes en los países subdesarrollados. Se asocian también al virus del papiloma humano, pero de tipo maligno. También existe una vacuna y tampoco los preservativos protegen completamente. Las citologías son el método de detección precoz establecido en este país desde hace años y que ha hecho disminuir de manera muy considerable los cánceres en esta localización. Su tratamiento es principalmente quirúrgico y en casos avanzados con radio-quimioterapia. El tabaco influye mucho en la persistencia de estos virus y su malignización.
Precáncer y cáncer de endometrio: es el tumor ginecológico más frecuente en los países más desarrollados porque están asociados a la obesidad. Su tratamiento en la menopausia es quirúrgico. En casos seleccionados, sobre todo si es mujer joven con intenciones de procrear, se puede tratar con hormonas. En algunos casos se hereda (Síndrome de Lynch) y se asocia al cáncer de colon.
Precáncer y cáncer de ovario, trompa y peritoneo: es poco frecuente y no tenemos un método de diagnóstico precoz, por lo que se suele diagnosticar cuando la enfermedad ya está avanzada. Los bordeline (precánceres) se tratan con cirugía. Los cánceres de ovario se suelen tratar con cirugía y quimioterapia. Existen muchos tipos de cánceres de ovario y sus tratamientos pueden ser muy diferentes.