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Es cierto que la victoria del Atlético en Valencia fue injusta

Los rojiblancos merecieron ganar por más goles en Mestalla a pesar de las rotaciones y de no tener nueve. Lemar revivió con un buen partido.

Los rojiblancos merecieron ganar por más goles en Mestalla a pesar de las rotaciones y de no tener nueve. Lemar revivió con un buen partido.
Lemar brilló ante el Valencia. | Cordon Press

La cuenta de Twitter del Valencia publicó al final del partido que la victoria del Atlético de Madrid en Mestalla fue injusta y sinceramente tienen parte de razón, porque es una injusticia que el partido solo acabase con 0-1 en el marcador y además gracias a un tanto en propia puerta. Lo más justo a tenor de lo visto en el campo hubiese sido un resultado más abultado y un goleador rojiblanco. Para elegir, las dos oportunidades de Lemar, una de Marcos Llorente, otra de Correa y varias opciones más en la segunda parte con Joao Félix y Carrasco de por medio.

Con Oblak de mero espectador y con dos intervenciones fáciles del esloveno que parecieron más de un entrenamiento que de un partido de la élite, el Atlético solo tuvo ansiedad en Valencia porque no tenía un 9 referente. Todo el partido fue un querer y no poder del equipo de Simeone que llegaba con gran facilidad a los aledaños del área, pero nunca vio a nadie al que poder poner el balón en la cabeza o en el pie. Las ausencias de Luis Suárez y Diego Costa dejaron a Correa luchando contra Paulista y Hugo Guillamón. A esa batalla se unió después Mangala. Conclusión: al pobre Correa se le vio luchando contra gigantes cuando apenas pasa del 1,70. Batalla desigual cuanto menos.

Lo bueno del Atlético dentro de las carencias que ayer tenía en su once es que todo el mundo entendió y apoyó la decisión del Cholo Simeone. En cualquier otra circunstancia dejar en el banquillo en Mestalla a jugadores como Carrasco y Joao Félix hubiese sido tomado como un sacrilegio, pero solo había que echar un vistazo al contexto para darse cuenta de que no había vuelta de hoja. Con el Bayern el martes y tras la paliza física ante Barcelona y Lokomotiv, Simeone se vio obligado a revolucionar el once y si había que poner a Correa de delantero centro, adelante. Y si tocaba jugar con Lemar haciendo de Joao, más de lo mismo. No era un experimento del Cholo sino una obligación para el Cholo.

El Atlético saltó al campo con un once extraño en cuanto a nombres, pero no en cuanto a la idea que querían ejecutar. Hermoso y Lodi, que no suelen coincidir como titulares, partieron de inicio en un claro ejemplo de esta revolución. La pregunta al ver el once sobre el papel era cómo iba a jugar el Atlético y pese a que por algunos foros de opinión se diga que ayer Simeone innovó, la verdad es que el sistema utilizado en Valencia no es ni mucho menos novedoso. El Cholo jugó igual que ante el Cádiz en el 4-0 del Metropolitano previo al parón, es decir, tres centrales para facilitar la salida de balón, Giménez, Savic y Hermoso, y dos carrileros largos que en este caso fueron Lodi y Trippier. Como pasó frente a los gaditanos, la salida de balón fue impecable y además en defensa ese 5-3-2 también fue eficaz para dejar seco al Valencia.

El Cholo ni se volvió loco ni improvisó en territorio ché sino que adaptó la necesidad de descanso de sus estrellas y las ausencias a su nuevo estilo táctico. Eso sí, el problema que no tuvo goleando al Cádiz sí lo tuvo en el 0-1 ante el Valencia y ese no fue otro que la falta de un finalizador. La zaga de Javi Gracia vivió incómoda hasta que encerrados en su área vieron en infinidad de ocasiones que los jugadores del Atlético levantaban la cabeza y la volvían a agachar porque no había ningún delantero referencia. Ahí ganaban aire los locales y lo perdían los madrileños. Llorente apuraba línea de fondo, centro al área y nadie. Lemar llegaba a la media luna, buscaba el pase final y nada. Lodi y Trippier centraban desde las bandas y, nuevamente, nada ni nadie. Lokomotiv 2, la secuela.

Por suerte para el Atlético la paciencia nunca se perdió porque alguien revivió en un momento y en un escenario importantes. Thomas Lemar, por fin, cogió el tono dorado que tiene la Copa del Mundo que ganó en 2018 con Francia y que apenas se ha visto en dos temporadas en el Metropolitano. El galo estuvo de diez y además lo hizo mostrando todo su gabinete de recursos. Finta, visión, giro, primer toque, disparo y sobre todo presencia dentro del juego de su equipo. La resurreción de Lemar sostuvo el ataque del equipo hasta la segunda parte donde la entrada al campo de Carrasco, Joao Félix y Kondogbia, morbo incluido, obligaron a recular aún más al Valencia hasta el 0-1 de Lato en propia puerta.

Con esta victoria injusta, porque costó más de lo debido, el Atlético sigue en lo más alto de la Liga. Por cierto, ¿saben lo primero que dijo Yannick Carrasco tras ganar 1-0 al Barcelona? "Partido a partido". ¿Saben lo primero que dijo el belga tras ganar 0-1 en Mestalla? No se hagan los tontos, si lo saben perfectamente.

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