
He utilizado la palabra meritocracia para el titular de esta columna a sabiendas de que cada vez tengo más claro que en el 90% de las ocasiones esto no existe y menos en el mundo actual que vive de otro tipo de intereses superiores a merecer o no algo en concreto. Sin embargo, esta utopía parece haberse instalado en el Atlético de Madrid de Simeone y los mejores ejemplos son Lodi, Héctor Herrera y Kondogbia. Lo vimos en Pamplona, se mantuvo ante el United y siguió su curso una vez más frente al Celta.
El conjunto rojiblanco vuelve a ser un equipo reconocible. No está ni mucho menos en su mejor versión, algo que es una halago porque creo que puede dar mucho más, pero el Cholo y sus hombres han conseguido estabilizarse volviendo a los mínimos del cholismo: intensidad, concentración, portería a cero, jugadores con hambre y un entrenador que pone a esos jugadores con hambre. Esto último es muy importante ya que si tu plan B tiene ganas de comerse el mundo y tú no los sientas a comer a la mesa, al final todo el mundo acaba con el estómago vacío.
El Atlético, seamos sinceros, no hizo un gran partido ante el Celta. Fue un partido con oficio, simple y ganado, que es lo importante a fin de cuentas. Encuentro sencillo. Se puso por delante, redujo a la nada ofensiva a un equipo que apenas le inquietó en ningún momento y cuando pudo sentenció. Punto final. Un choque que nadie meterá en su videoteca particular y eso es precisamente lo que le da un valor importantísimo para este Atlético. La afición rojiblanca volvió a vivir un partido funcionario, es decir, llego, ficho, hago mi trabajo y me voy. Partidos normales para un campeón al que se le había olvidado lo que es ejercer como tal. Un duelo de ganar e irte a casa sin emociones fuertes. Y por supuesto en esa actuación plácida tuvieron mucho que decir tres jugadores.
Esta Atlético ha mejorado mucho gracias a los méritos premiados, repito, premiados, de Renan Lodi, Héctor Herrera y Kondogbia. Estos tres futbolistas habían firmado hasta el momento una temporada irregular y en alguno de los casos, como el de Herrera, una temporada desaparecido. El mexicano ha vuelto para demostrar por qué se le trajo del Oporto. No era para vender camisetas en México, que también, sino para mandar en el centro el campo y aportar tranquilidad y movilidad a la medular colchonera. Ojo, que Héctor Herrera no haya sido titular hasta ahora ha sido culpa del Cholo que no le ha puesto por mantener a un desacertado Koke y también de Herrera, que ni mucho menos ha dado estabilidad a su forma física. El año pasado estuvo 11 partidos fuera por lesiones musculares cuando era titular y estuvo fuera otros 19 días por coronavirus. Este año, lesión muscular de un mes y coronavirus durante ocho días. Por h o por c, es decir, por Herrera o por el Cholo, el mexicano no entraba en los planes y ahora, con su futuro en el aire, está mostrando lo que puede hacer.
Al buen hacer de Herrera en el medio aportando lo que Koke por desgracia no está pudiendo hacer se han unido la potencia y el físico de Kondogbia y un elemento más decisivo en este tramo de año, Renan Lodi. ¡Impresionante cómo está Renan Lodi! Ante el United, asistencia a Joao y partidazo. Frente al Celta, doblete goleador y otro partido de sobresaliente. ¿Por qué está ocurriendo esto con él ahora? Primero porque su entrenador le pone y eso le permite mostrar sus habilidades y segundo porque el brasileño ha encontrado gracias a su entrenador un sitio interesante en el que brillar. Como extremo o carrilero, como lo quieran llamar, Lodi saca mayor partido de sus virtudes ofensivas y oculta sus carencias defensivas, algo esto último de lo que tiene mucha culpa Reinildo Mandava, otro factor importante en la mejoría rojiblanca. El ex del Lille ha llegado para defender. Sí, para defender bien. No hace alardes de nada, no se complica la vida y eso sumado a que Savic y Giménez llevan varios partidos seguidos como titulares hacen que el Atlético ponga el 0 en su casillero de goles recibidos.
El Atlético debe seguir ahora manteniendo el hambre de los que por fin se han sentado a la mesa a comer y fomentar la de aquellos que, ahora en el banquillo, tenían mesa asegurada en la zona VIP del restaurante colchonero. Ante el Celta, Simeone lució un banquillo tremebundo. Luis Suárez, Carrasco, De Paul, Griezmann y Lemar... casi nada. Y así debe ser si el resto no baja el listón. Si Correa y Joao Félix siguen trabajando como lo están haciendo, Suárez y Griezmann tendrán que aumentar la competencia como recambios. Si Herrera sigue así, Koke deberá lucir capitanía desde la banca esperando su oportunidad y demostrando, como creo que sin duda volverá a hacer, que él debe tener un puesto fijo en el once. Y cuando cambien las tornas y los del banquillo estén mejor que los actuales titulares, vuelta a empezar. No existe la meritocracia, pero al menos que parezca que sí.