Hace tiempo se hizo famosa una frase de Simeone en la que defendía su estilo comparando la forma de jugar del Atlético con tomar una pizza, la cual por cierto ha dado tantas buenas digestiones en los últimos diez años. El Cholo remarcaba que si te gusta la pizza, come pizza. Así de simple. Pues bien, el actual Atlético está buscando una nueva actualización en su cocina metiendo en los fogones una gran cantidad de jugadores ofensivos y eso le está costando, de momento, alguna que otra molestia estomacal. En resumen, que el Atlético transita entre pizza o caviar y se está quedando con hambre.
Frente a la Real Sociedad, el Atlético quiso mantener la línea ofensiva que mostró frente al Liverpool y puso en la carta todos sus platos principales, es decir, Luis Suárez, Joao Félix, Lemar, Griezmann... Incluso cambió de los tres centrales a un 4-3-3 mucho más ofensivo. La presentación para los aficionados del Wanda Metropolitano prometía y lucía apetitosa, pero en menos de seis minutos alguien se ‘pasó con la sal’ y la cena empezó a complicarse. Porque los rojiblancos se han empeñado en regalar goles en todos sus partidos. Es cierto que ser más ofensivo implica que te generen más problemas en las transiciones, sin embargo, conceder más espacios no puede ser sinónimo de regalar. Jamás. Si te marcan que sea con una contra de libro o con una transición perfecta, no por una pésima salida de balón, una mala colocación y un fallo en la salida del portero. Eso no es conceder, eso es envolver un paquete, ponerle un lazo y dárselo al rival en una bandejita de plata.
Este nuevo Atlético empezará a encontrar el equilibrio en su nueva faceta mucho más ofensiva cuando goce de la tranquilidad para mantenerse así en el tiempo y eso se consigue sin regalar goles. El mejor ejemplo lo tuvo ayer en su propia casa con la Real Sociedad como rival. ¿Por qué jugó tan bien el equipo de Imanol en la primera parte? Primero porque estamos ante uno de los equipos mejor trabajados de Europa y no, no exagero, hablo de Europa entera. Y segundo, porque una idea clara en la cabeza se ejecuta mucho mejor cuando el marcador te da casi siempre la razón. A la Real Sociedad los partidos se le ponen de cara y crece. Al Atlético se le ponen de... y bueno, le toca remar.
Lo que hizo el equipo de Imanol en la primera parte fue aprovechar el primer regalo local y después bailar al Atlético y a Simeone. Aún así tuvo ocasiones el equipo rojiblanco para encontrar buenas asociaciones y opciones de llegada, pero la Real fue tácticamente y con balón, un lujo para los ojos. Solo con ver su salida de balón se intuía que iban a crear problemas. Más centrales en ese inicio, el portero aguantaba el balón para estirar a los tres atacantes colchoneros y con un simple pase al jugador libre, zasca, salían como aviones y a tocar de lado a lado para llegar a portería. Silva y Mikel Merino gobernaban el centro y arriba Isak y un gran Alexander Sorloth desesperaban a Felipe, Hermoso y compañía. Las cosas como son: Imanol se merendó a Simeone en esos primeros 45 minutos.
El Cholo se vio superado y en la segunda parte, que arrancó con un claro error de Oblak en el 0-2, el técnico argentino tiró de Carrasco para ser aún más vertical. Aún así, no sería el belga el que daría vida al Atlético sino el criminal que tienen los colchoneros a su disposición. Sí, otra vez Luis Suárez, alias "el regalado". Esta semana, Marca adelantaba que el ex del Barcelona quiere renovar y el Atlético ya está tardando en darle lo que quiere. Cada segundo que pasa es un segundo perdido. Este tío no es que tenga una "zona Suárez" es que tiene en propiedad la mayoría de áreas de todos los estadios del mundo. "Inmobiliarias Luis Suárez, tenemos todas las áreas, estamos a su disposición". Entre el uruguayo y Joao Félix se inventaron el 1-2 y después llegaría el empate con un penalti provocado por el delantero charrúa. Vuelvo a poner hincapié en lo de antes. Mientras leen esto, el Atlético está perdiendo más segundos sin renovar a este animal. 1, 2, 3, 4, 5... ¡Renovad ya, hombre!
Y para ir terminando hilo precisamente esto de Luis Suárez con la última reflexión que quiero dejar. Sigo pensando que el Atlético está reformulando su estilo y eso cuesta tropiezos a veces. Juega mucho más ofensivo y atrás concede el doble. Debe equilibrar eso. Cuando las virtudes de Luis Suárez, Lemar o Joao Félix, más el toque de balón de Koke, Griezmann o De Paul, se equilibren, aparecerá seguro un Atlético muy complicado de frenar. Porque, de momento, ni pizza ni caviar. Si esto lo escribiese Chicote seguro diría que en la carta del Wanda Metropolitano no hay "claridad ni concepto". Transitan entre dos tipos de cocina cuando, ahora más que nunca, la clave estará en encontrar la fusión entre ambas. ¿Por qué no una rica pizza gourmet que esté buena y que encima no te deje con hambre? Calma. Dejen trabajar al chef, que el Cholo tiene más de una ‘estrella Michelin’ en su restaurante.