Novak Djokovic se ha dado cuenta por fin que como tenista es un genio, seguramente el mejor jugador de la historia por lo que va a conseguir en el futuro, pero como ciudadano y como persona, Nole es exactamente igual que Paqui, que actualmente tiene una panadería en Melbourne.
Lógicamente me acabo de inventar lo de Paqui, pero es una forma de explicar/denunciar por qué inexplicablemente el mundo del deporte tiene en muchísimas ocasiones una serie de privilegios que para otro ciudadano normal serían imposibles de obtener. ¿Por qué el Open de Australia se toma la licencia de pasar por encima de las normas del país para invitar a Djokovic? ¿Por qué Djokovic se presenta allí sin la documentación necesaria para entrar en el país y encima lo remata con mentiras y falsas evidencias? ¿Por qué? Esto solo lo puede hacer un deportista. ¿Se imaginan que lo hace una persona cualquiera? Seguro que esa conspiranoicamente exagerada "tortura" de la que habló la madre de Novak hubiese sido bastante diferente.
Paqui, la panadera que ‘vive’ en Melbourne, ha tenido que cumplir con una serie de normas que el gobierno de Australia le ha ido imponiendo durante estos dos años que llevamos conviviendo con este maldito virus y sus malditas cepas. Paqui se ha comido todas las normas y obligaciones que, más justas o menos justas, le han impuesto la máxima autoridad del país en el que reside. Pues viene Novak en plenas fiestas navideñas y le dice que ojo, que él juega al tenis que da gusto y que esas mismas normas se las pasa por el raquetero. Normal que un 83% de los australianos hayan dicho según las encuestas que si es por ellos, este chico lleva en Serbia varios días ya.
Lo comenté ayer en una columna parecida y lo comento hoy. Novak es un genio del tenis, pero ya está. Su maravillosa capacidad, que yo admiro y he pagado por ver, de golpear con una raqueta a una pelota no le convierte en un ser superior que pase por encima de Paqui, la panadera de Melbourne. Es que lo mismo Novak, Paqui en lo suyo también tiene un talento descomunal. Lo mismo es la Novak Djokovic o, mejor dicho, la Serena Williams de la panadería, pero ella se ha tenido que aguantar y cumplir todas y cada una de las normas que su país, Australia, le ha impuesto en tiempos de la covid-19. Por lo tanto, si ella lo hace, tú Novak, también.
Vuelve a Serbia, entrena ya por los próximos torneos y conquista el 21º, 22º y 23º Grand Slam que quieras Novak, pero hoy te han dejado claro que como deportista sí, pero como ciudadano y como persona, Paqui, la panadera de Melbourne, tiene (casi) los mismos derechos y privilegios que tú. Buen viaje.