"Yo quiero tener un millón de amigos", decía Roberto Carlos en aquella canción tan sumamente cursi. "Yo también, pero en Facebook", parecen añadir los sapientísimos halagadores de Nuñez Feijóo. Y es que este nuevo PP búlgaro, tan irremediablemente atraído hacia internet merced al interés indudable que tuvo siempre González Pons en la red de redes, parece sentirse incómodo en este nuevo medio que no conoce. En caso contrario sería inexplicable que ahora les haya dado por tomar como una "poderosa ventaja" que Feijóo tenga más amigos en Facebook que Touriño.
Con los avances tecnológicos, sean los que sean, siempre llegan los fanáticos que creen que nada de lo que se ha inventado antes merece la pena ante el nuevo (rellene la línea de puntos) y que es imposible vivir sin el nuevo (escriba aquí su novedad preferida). Así, como no podía ser de otra manera, han surgido toda una serie de tontos del Facebook, que parecen considerar que sin estar en la red social no eres nadie y que nada excepto Facebook tiene ninguna utilidad.
Hay que poner todo en su justa medida. Tomemos como ejemplo la blogosfera y su éxito más reciente, el caso Víctor Gago. Fueron bloggers como Elentir, Prevost o Alejandro Campoy quienes se hicieron eco en primer lugar de la denuncia de Carmen Martínez Castro y los que llevaron a algunos medios convencionales a hacerse eco y pronunciarse, aunque en algunos casos fuera para hacer el ridículo. Pero la blogosfera, de por sí, no puede lograr que una información dé el salto y aparezca en las televisiones o se discuta en las radios. Y quién sabe si la situación cambiará alguna vez, pero ahora mismo seguimos viviendo una realidad en la que aquello que no sale en la tele no existe. Resulta natural, por tanto, que Rajoy no se sienta excesivamente obligado a exigirle a su jefa de prensa que retire la denuncia contra Gago.
Tampoco es que Facebook o los blogs carezcan de utilidad, pero no es cuestión de exagerar su importancia. Pocas cosas me parecen más ridículas que esa carrera por ser el que más amigos tiene en esta red social, oel que más followers tiene en Twitter. Si ya encima se usa como argumento político ni te cuento. Reclutar amigos en Facebook puede tener utilidad si se quiere emplear esos contactos para algo como, no sé, hacer campaña política en su entorno más cercano. Si no, su único uso práctico es que se burlen de ti por tomarlo como si fuera una encuesta del CIS. Con toda la razón.