Menú

Cristiano y el ansia de ser el mejor

La obsesión por el trabajo y la profesionalidad llevada a límites extremos han hecho de Cristiano un jugador prácticamente perfecto.

Sobrehumano, devorador de récords, obseso del trabajo, feroz competidor. Cristiano Ronaldo ha recibido la Bota de Oro, la que comparte con Luis Suárez por el fantástico año pasado firmado por ambos.

Quizá incluso estará molesto con eso porque, aunque sea un premio objetivo y los dos marcaron el mismo número de goles (31), quizá hasta esto le moleste a Cristiano, el compartir el postre con alguien. Quiere toda la comida para él porque no entiende de lo otro. No piensa en ser el mejor con alguien, quiere ser el mejor él solo.

Y ahora es evidente que se cae la comparación, incluso con Messi. Ahora Cristiano lo es todo, es ese compañero que no era antes. Es ese jugador que lleva 17 goles en 11 partidos de Liga. Algún trofeo pichichi de la Liga española se decidió con ese número de goles en toda la temporada (Manolo en 1992 o Butragueño tres años antes), pero él los lleva ya en once jornadas. Una animalada propia de eso, un auténtico animal como es Ronaldo.

La Bota de Oro es un reflejo de su año. El Balón de Oro -si se es justo, se le otorgará en enero- es la demostración de su valía personal y profesional. Cristiano ha aprendido a andar por tierras movedizas. Le da igual ya que le silben, que le aplaudan. Él hace el mismo partido estando o no presionado. Hace suyo el encuentro hasta no compartir con nadie el estado de excitación que le produce al de Madeira un partido de fútbol. Ha dicho en la entrega de la Bota de Oro que quiere ser el mejor de siempre. "Me da igual que suenen otros nombres para el Balón de Oro, a mí sólo me importa creer que puedo y sé que puedo ser el mejor. Yo demuestro en el campo las cosas", afirmó.

La tranquilidad invade a Cristiano a la hora de valorar cómo afronta su carrera de aquí al final. Ya no tiene que demostrar nada, ya nada le llenará de preocupación, nada le perturbará. Con dos Champions, varias Ligas y Copas, lo único que le queda es hacer algo con su selección, algo muy complejo en la actualidad. Pero a nivel individual no tiene nada que demostrar. A punto de cumplir 30 años, Cristiano quiere renovar con el Real Madrid a pesar de terminar con 33 su contrato.

La obsesión por el trabajo y la profesionalidad llevada a límites extremos han hecho de Cristiano un jugador prácticamente perfecto. Compitiendo con Messi a igual nivel, incluso peor en algunos años. Ahora no hay color. Nada les hace parecerse quizá producto de un bajón ligero en el astro argentino y en una continuidad envidiable del portugués. Es cierto que quizá no hay una diferencia sideral, que no la hay, pero ahora está por delante Cristiano. Porque Messi no tiene esa ferocidad, no tiene el poderío físico. Por no tener no tiene ni la corriente a favor que sí tenía hace unos años. Y ha hecho mejor Mundial que Cristiano, pero no le ha valido. Hay que ser el más top los doce meses del año y este 2014 no ha sido bueno para Messi. En una guerra tan cruel como la que protagonizan ambos, un descuido es la muerte y Cristiano no te perdona.

Temas

En Deportes

    0
    comentarios

    Servicios

    • Radarbot
    • Libro
    • Curso
    • Alta Rentabilidad