La prensa y las redes sociales rebosan de mensajes similares, pero, puestos a elegir uno, éste fue el que puso la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau:
La foto de Aylan es insoportable y por eso hay que verla. Las políticas europeas son coresponsables (sic) de una realidad insoportable. Cambiémoslas.
Bueno, al menos dice Colau que las políticas europeas son coresponsables y no las únicas culpables de que un pobre niño muriera ahogado cuando trataba de pasar de Turquía a Grecia en una barquichuela de las que están trasladando a miles de personas huidas de Siria y otros países sumidos en la violencia y el desorden después de las celebradas primaveras árabes.
Yo imagino que Colau ha sabido de la guerra en Siria durante los últimos cuatro años, una guerra que el régimen dictatorial sirio libra, por cierto, con el apoyo logístico, técnico y financiero de los ayatolás de Irán. Supongo que ha estado al corriente de las atrocidades de esa guerra, incluido el uso de armas químicas por parte del ejército de El Asad, y de sus víctimas: un total de 200.000 civiles, rebeldes y tropas del gobierno, según la ONU; y, entre ellas, más de 11.000 niños, según los últimos datos del Observatorio de Derechos Humanos de Siria, un grupo de la oposición. Y doy por sentado que ha tenido noticia de la barbarie del Estado Islámico, crecido en el caos de la guerra siria, y extendido al vecino Irak.
Ciertamente, no es lo mismo saber de una guerra en general, de víctimas sepultadas en el anonimato de las cifras, que ver la foto de un niño pequeño ahogado recogido por agentes turcos en la orilla de una playa. Y es lamentable que sea así: que sólo la foto de un niño haga saber del horror de una guerra, y que una guerra sólo importe entonces. ¿O no es la guerra lo que importa, lo que les importa a quienes se apresuran a condenar a Europa?
¿Será posible que Colau y otros que culpan a Europa ignoren que la UE ha estado proporcionando ayuda para los desplazados por la guerra siria, unos 9 millones de personas desde 2011? Por si acaso no han prestado la suficiente atención estos años a los detalles de esas políticas europeas coresponsables, les recomiendo una visita a esta esta web. ¿Puede hacer la UE más y puede hacerlo mejor para impedir que los refugiados que tienen derecho al asilo corran graves riesgos en su peripecia? Sin duda, aunque mentirán los que digan que es fácil organizarlo, y se engañarán los que crean que basta la voluntad de acoger refugiados para resolver el problema.
La realidad insoportable, que decía Colau, lleva ahí mucho tiempo, sin que les pareciera a ella y a muchos otros tan insoportable. Deberían reconocerlo, por lo menos. Confesar, ya que estamos en culpas y pecados, que no la tuvieron en cuenta hasta ahora. Para que su clamor no pareciera una mera exhibición autocomplaciente de buenos sentimientos: ¡qué buenos somos los que nos estremecemos y qué malos los políticos europeos que no hacen nada! Tan malos que cuando los estremecidos y conmovidos hayan olvidado al niño ahogado, que será cuando los telediarios ofrezcan otro drama, esos duros políticos y organismos europeos tendrán que continuar buscando soluciones para la corriente de refugiados, y la guerra siria y el Estado Islámico seguirán ahí. Olvidados, de nuevo.