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Carmelo Jordá

Los cuernos de Pere Navarro

Pues mira, Pere, en este caso sí es lo que parece, estos camaradas te están poniendo los cuernos.

Pues mira, Pere, en este caso sí es lo que parece, estos camaradas te están poniendo los cuernos.

Dentro de un PSC que ya tiene más de circo de varias pistas que de partido político, el pobre Pere Navarro empieza a ser uno de esos personajes con los que uno no sabe si es cosa de indignarse o más bien de apiadarse. Es algo así como el bueno tonto de las telenovelas, que ya te cabrea de tan tonto y tan bueno; o el pesado de Luke Skywalker, todo el día con la fuerza y esa cara de pasmao; o, por poner un ejemplo más actual, como el marido de Hormigos, solo que menos sabio.

El caso es que el bueno de Pere se ha pasado varios días bramando contra sus diputados díscolos, amenazándolos con las tinieblas exteriores y exigiéndoles poco menos que un acto de contrición en público, con expiación de la culpa, arrepentimiento y tres avemarías.

Sin embargo, a la hora de la verdad fuese y no hubo nada, y ahí están compartiendo partido los que piensan –o al menos eso dicen– que Cataluña es una parte de España; y los que trabajan –aunque digan que no– por el Estat Catalá.

Son pequeñas diferencias de matiz en un partido que está por el diálogo, el consenso y, sobre todo, el odio al PP. Un corpus doctrinal tan vasto –y basto– que en él pueden encontrarse y reconocerse desde una aspirante a presidenta de España como Carma hasta estos muchachos que hoy consensúan y dialogan en el PSC pero cualquier día de estos lo harán en el PIS, el Partido Independentista Según, como diría José Luís Coll.

Porque para estos chicos jacarandosos el independentismo es como un affaire que se lleva en secreto –no muy en secreto, eso sí– pero que desde luego se niega en público: "No, mire, yo llevo toda una vida trabajando por el independentismo, pero no soy independentista", vienen a querer decir; "¡por quién me han tomado ustedes!", les falta agregar con un mohín de indignación.

Ya me imagino la escena como el típico momento en el que un cónyuge es pillado con las manos en la masa por su pareja y no se le ocurre otra defensa que aquello de "Esto no es lo que parece".

Pues mira, Pere, en este caso sí es lo que parece, estos camaradas te están poniendo los cuernos y la historia será más o menos así: si no es por esta será por otra, pero acabarán fundando el PIS para luego, justo antes de unas elecciones y siempre para "poder sumar", "en aras del consenso" y con la más integradora de las intenciones, colocar sus culos poltroneros en algún puesto alto de las listas de ERC, tan ricamente.

Así es a veces la vida y a ti te ha tocado el papel menos lucido, Pere, pero no estés triste: siempre te quedará ir a la tele a hacer el cornudo… y que encima te lo eche en cara la Rahola.

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