Ana Obregón es uno de los personajes de la crónica social que más juego da, es imposible que pase desapercibida, y cuando no es noticia, siempre se las ingenia para que se hable de ella.
Desde hace unos meses, su residencia la tiene dividida entre Madrid y Miami, o al menos eso es lo que cuenta. Lo que está haciendo al otro lado del charco no se sabe muy bien, el caso es que ella no deja de aparecer en los medios españoles que es lo que más le puede gustar.
Ahora está preparando sus memorias, que prometen ser de lo más jugosas. La propia Anita cuenta que tiene cuarenta diarios escritos desde que tenía trece años. Ya los puede tener a buen recaudo, porque debe haber muchos señores que estarán temblando solo de pensar que su nombre aparezca en el libro. Eso si, como todo sea como la historia que cuenta que pasó la noche con David Beckham y que no ocurrió nada entre ellos, eso solo se lo creerá ella, porque con las ganas se quedó, y no por falta de empeño, pero con el futbolista no se salió con la suya.
La Obregón es muy divertida, y se ríe hasta de su sombra, ahora dice que su corazón está muy tranquilo, y que no tiene a nadie echado el ojo, y que el actor y cantante venezolano Raúl Olivo es solo un amigo.
Hace unos días, participó en un rally solidario, y cuando se enteró que iba a coincidir con Susana Uribarri, la novia de Dareck, el polaco con el que mantuvo una relación y terminaron tirándose los trastos a la cabeza, exigió a los miembros de la organización que no quería coincidir con ella ni un segundo, y que si eso ocurría amenazó con retirarse sin hacer las pruebas. Así fue, se hizo como ella quiso y Ana solo coincidió con Tamara Falcó, y no con su representante. Menudo carácter se gasta la bióloga
Unas memorias que con toda seguridad, van a dar mucho que hablar, y una vez leídas habrá que sopesar lo que es realidad y lo que es producto de esa imaginación que le caracteriza a esta" Gran actriz".