A pesar de los frentes que tiene abiertos con la justicia, Marina Castaño tiró la casa por la ventana, en la fiesta que ofreció, a más 200 invitados el pasado sábado, con motivo de la boda de su hija Laura con Carlos Alcalde Mateos, prevista para el próximo día 14 de Julio. El futuro matrimonio comparte profesión, ya que los dos se dedican a la abogacía.
La viuda de Cela escogió para tal acontecimiento su propia casa, ubicada en una de las zonas más exclusivas de Madrid, donde los asistentes lucieron sus mejores galas, ya que las señoras tenían que ir de largo y los señores de traje oscuro. Tanto Marina como su hija Laura recibieron a todos sus invitados en el jardín, y para la ocasión eligió el color rojo para su vestido, y el peinado consistió en un recogido de estilo helénico que le daba un cierto aire a Popea, mientras que la novia eligió un traje de corte años 20, en color melocotón, con pedrería, y en la cabeza lució un tocado de plumas. Por su parte su abuela materna, optó por un traje con cola, en blanco roto, que recordaba a la inolvidable Imperio Argentina.
Una fiesta a la que acudieron numerosos amigos, tanto de los novios como de la madre de los contrayentes, entre los que se encontraban, Carla Royo-Villanova y su marido, el príncipe Kubrat de Bulgaria, Carlos Falcó, marqués de Griñón, Nieves Herrero, Fiona Ferrer, Josemi Rodriguez-Sieiro, Koki Font, una de las más guapas de la fiesta que escogió un traje de Roberto Cavalli de "Animal Print" y estaba espectacular. Llegó acompañada por el decorador Francis López Yanes, responsable de todo el montaje de la boda de Gema Ruiz Cuadrado, exmujer de Francisco Álvarez-Cascos, que contraerá matrimonio el próximo día 7 en la localidad segoviana de Sacramenia con el abogado y bancario Juan Díaz Alonso, muy vinculado al Partido Popular.
Una fiesta muy divertida, en la que no faltó de nada, ya que primero se sirvió un cocktail, seguido de cena, todo supervisado por el famoso restaurador José Luis. En el cocktail se sirvió el clásico jamón, tortilla, y sus famosos fritos, y la posterior cena consistió primero una ensalada de mariscos, seguido de pularda, acompañada de patatas paja y de postre tarta.
Para bajar tanta comida, nada mejor que un baile que duró hasta bien entrada la madrugada.
La boda civil será muy íntima, solamente asistirá la familia y también se celebrará en casa de Marina Castaño.
Lo que todavía está por ver es dónde se celebrará la suya, ya que, según parece, está previsto que sea el próximo otoño, concretamente el mes de octubre, cuando se case con el prestigioso médico de la Clínica Quirón de Madrid, el doctor Enrique Puras Mallagray, clínica en la que ella es paciente habitual y donde se conocieron.