A Kiko Rivera no le pueden ir mejor las cosas, tanto en el terreno profesional como el sentimental.
Jessica Bueno y el hijo de la Pantoja han sido una de las parejas del verano. Se les ve felices, pasean por todas partes juntos, y la sevillana está cada día más integrada en la familia.
Hace poco tiempo que se ha trasladado a vivir a Madrid, aunque cada uno tiene su apartamento. Por el momento no se han ido a vivir juntos.
La propia Isabel ha declarado que Jessica le gusta mucho, y que ve a su hijo feliz, y muy contento con ella.
Por el momento no parece que la modelo tenga nada que ver con aquellas chonis que se le arrimaban para luego ir a un programa de televisión y tener su minuto de gloria, hablando de la ruptura y de paso ridiculizándole.
La verdad es que este chico, contra todo pronóstico, ha sido una bendición para su madre. Le ha dulcificado la imagen y ha sido él quien después de su paso por el programa Supervivientes, y haber logrado ese éxito indiscutible, ha conseguido que Isabel Pantoja firme la paz con la cadena que era su enemiga acérrima.
Con toda seguridad, cuando llegue el momento de enfrentarse a ese juicio que tiene pendiente por imputación de blanqueo de capitales, Telecinco va a estar a su favor. Hace tiempo ese hecho era impensable.
Kiko ya no es ese adolescente, un tanto "bala", de hace un tiempo. Dentro de unas semanas, se le podrá ver formando parte de un jurado, en un nuevo programa de la cadena anteriormente mencionada, con la que su madre también ha firmado un suculento contrato.
No se puede discutir que es un personaje, sin dobleces, simpático, y muy querido, y eso a su madre, aparte de gustarle, también le repercute.