La estación de esquí de Baqueira Beret ha sido durante el pasado fin de semana punto de encuentro para celebrar una cena solidaria, bajo el título de "Solidaran", cuyo único objetivo es la recogida de ropa de ropa de invierno de la presente temporada y enviarla a Nepal y Pakistán así como la recaudación de donativos destinados a proyectos relacionados con la educación elemental de los niños de esos países.
La alpinista, Edurne Pasaban, colabora desde hace años con la Fundación Montañeros para el Himalaya y fue la encargada de presentar dicha gala al igual que su amigo, el también deportista, Álvaro Bultó. Ambos explicaron su gran empeño en contribuir al desarrollo de esos países
La guipuzcoana ha pasado por un momento personal difícil y confiesa el haber estado muy desmoralizada a consecuencia de comentarios en su contra por parte del también alpinista Juan Oiarzabal. Afortunadamente ya está mucho mejor y en unos meses volverá a ascender el Everest.
Por su parte, Álvaro está organizando una expedición a Pakistán el próximo mes de julio, donde va realizar un salto desde una montaña a 6.000 metros de altura y volará con un traje de alas. Ya lo ha hecho en varias ocasiones, y afirmó sentirse entusiasmado por volver a repetirlo. "Es una experiencia maravillosa" añadió
La cena se celebró en el Hotel AC Baqueira en el que el chef siciliano, Andrea Tumbarello, propietario del conocido restaurante italiano, Don Giovanni, escogió un menú especial para la ocasión. Se desplazó desde Madrid de manera totalmente gratuita, y así también colaborar por la causa.
Las modelos María José Suárez y Priscila de Gustín acudieron con su amiga Elena Tablada, y su actual amor el jovencísimo empresario Daniel Arigita. Muy lejos queda ya la historia de David Bisbal. Se les ve bien juntos, a los dos les gusta esquiar y no se separaron ni un segundo en todo el fin de semana. No tiene ningún interés en hablar del padre de su hija, ni quiso dar detalles de cómo está la relación entre ellos.
Despues de la cena hubo una subasta y los fondos recaudados, algo mas de 2000 euros, tambien iban destinados al mismo fin. En el transcurso de la misma, Elena aprovechó para quietarse los zapatos que a consecuencia de tener un tacón de vértigo, no los podría soportar y lo que no se pudo imaginar es que el pie se le dilató de tal manera que fue imposible volvérselos a poner. ¿No le diría nadie de pequeña, que esas cosas en público no son nada elegantes?