¿Qué va a suceder en la Franja de Gaza? ¿Ganará Israel o ganará Hamás, la organización terrorista que controla ese pequeño territorio de apenas 360 kilómetros cuadrados, pero con casi dos millones de habitantes?
Lo probable es que haya un alto al fuego, pero ese no sería el fin del problema, sino el comienzo de una etapa más grave donde los misiles volverían a llover sobre Israel, y tal vez desde el sur del Líbano.
Israel está condenado a defenderse, como cualquier país que es atacado por sus vecinos. Se ha dicho otras veces: ¿qué haría Estados Unidos si desde México o desde Canadá las autoridades de esos países les tiraran misiles? ¿Qué haría cualquier país en esa situación?
En todo caso, Israel no es el único enemigo que tiene Hamás. Al Fatah, la organización que controla el gobierno de la Autoridad Palestina en Cisjordania, también lo es. Dentro de Gaza existe un movimiento clandestino, llamado Tamarud, que quiere liquidar al gobierno de Hamás. Sus miembros son simpatizantes de Al Fatah. El gobierno egipcio del general Adel Fatah al Sisi es enemigo de Hamás porque esta organización terrorista es un brazo de la Hermandad Musulmana que ellos derrocaron recientemente.
Eli Karmon, uno de los grandes estrategas en la lucha contra el terrorismo, acaba de publicar un ensayo en The Jerusalem Report que da una pista de lo que Israel debe hacer para ganar realmente esta batalla. Primero, habría que tomar totalmente la Franja de Gaza y destruir absolutamente todos los misiles y los túneles clandestinos, aunque la operación dure varios meses. Según Karmon, es peor retirarse antes de finalizar el trabajo. Segundo, habría que entregar el territorio a Egipto, que ya lo controló en el pasado, para que El Cairo consolide el poder y busque ayuda copiosa para reconstruir el diminuto territorio. Arabia Saudita y los emiratos son buenos candidatos. Tercero, una vez controlada la Franja, la Autoridad Palestina de Cisjordania, que es el embrión de la futura república árabe, se encargaría del gobierno y reunificaría los dos territorios.
Israel se retiraría totalmente a cambio de que terminaran las agresiones terroristas, Gaza fuera desmilitarizada y se pudiera vivir en paz.
El proyecto es razonable y parte de la base de que las dos partes están dispuestas a convivir. Eso con Hamás es imposible, porque la condición esencial previa que impone es que Israel desaparezca como Estado.
Evidentemente, eso es irreal. Con Al Fatah, sin embargo, se puede llegar a acuerdos.
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