Ha sido necesario que Microsoft dé a conocer el enésimo "agujero" detectado en Explorer (en un mes) para que los expertos hayan llegado a la conclusión de que sería bueno
utilizar alternativas al navegador de Microsoft, como
Opera o
Mozilla. Hay donde elegir, hasta
cien opciones. Condenar al ostracismo Explorer no sólo es beneficioso para evitar el contagio de los centenares de virus que pululan por la Red. Es, sin duda, la mejor opción si se quiere navegar por Internet a mayor velocidad y con más comodidad.
Las alternativas a Explorer apenas están instaladas en el cinco por ciento de los ordenadores de todo el mundo, quedándose el navegador de Microsoft con el 95 por ciento restante. Es cierto que la mayoría de los internautas se muestran reacios, y sobre todo vagos, a instalarse un nuevo programa en el ordenador. Pero compensa. A corto, medio y largo plazo. Igual que probar alternativas al gestor de correo electrónico Outlook. Ahí están
Thundermail,
Eudora o
The Bat! por sólo mencionar tres ejemplos. Funcionan igual pero están libres de contagios. Lo bueno de Internet es que, si a uno no le convence lo que utiliza, siempre lo puede cambiar. Y además gratis.
