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Antonio Robles

¡Uy lo que ha dicho!

Hay tres partidos nuevos que merecen estar en Europa: C’s, UPyD y Vox.

Y al quinto día se disculpó. Me refiero a Miguel Arias Cañete. No contextualizo, bastan y sobran los excesos de Elena Valenciano.

Y se disculpó no porque tuviera conciencia de haberse equivocado, sino porque el marketing electoral de su partido determinó que mantenerla y no enmendarla tendría coste electoral. Una doble renuncia: uno debe saber quién es y actuar en consecuencia sin depender de las miradas de los demás. Si él no se consideraba culpable, la disculpa sólo es el segundo error, éste moral, pues de esa manera ha demostrado su escasa honestidad intelectual.

Estos cinco días secuestrados por la sobreactuación de Elena Valenciano son una metáfora de la degradación democrática y ética de nuestros políticos. Editoriales, candidatos, periodistas, tertulianos, todos, de cualquier partido, han rivalizado para ver quién denunciaba primero y con mayor virulencia el machismo de Arias Cañete. Cuando un tiempo histórico carece de intelectuales honestos y políticos responsables cualquier tendencia ética razonable se puede degradar a verdad de época primero y en cárcel para el pensamiento libre después.

Si Arias Cañete hubiera expresado que los hombres son intelectualmente superiores a las mujeres, la condena estaría justificadísima; pero si Arias Cañete quiso argumentar la desventaja mediática que tiene hoy el hombre en nuestra sociedad cada vez que rivaliza con una mujer, se le podría cuestionar el atrevimiento, tratarlo de soberbio o rebatirlo con argumentos, nunca satanizarlo en nombre del machismo convertido en dogma. Pues si es así, cada verdad de época se convertiría en una cárcel para la libertad de pensamiento. ¡Uy que ha dicho!, diría el necio, y con la exclamación bastaría para justificar la hoguera.

Si el machismo es una rémora cultural que hemos de erradicar de nuestra sociedad con determinación, envolverse en su denuncia a sabiendas de que el sujeto denunciado no lo es, es miserable. Si las razones de esa vileza son una estrategia urdida para ocultar la falta de programa electoral europeo, la banalización del machismo es una estafa a todo el pueblo español. A las pruebas me limito: ¿es de recibo que Elena Valenciano se haya pasado toda la campaña de las europeas agarrada al fantasma machista de Arias Cañete? Si ésta ha sido su campaña, ¿quiere decir que empezó sin programa alguno? ¿Acaso no tenía propuestas en agricultura, pesca, fiscalidad, política monetaria, financiación de la deuda etc. o medidas para evitar el robo a manos llenas de los fondos de cohesión europeos que tanta falta nos hacen? ¿Y si los tenía, era para ella más importante estigmatizar al rival que explicarle al ciudadano español las ventajas de defender en Europa, políticas de las que depende su bienestar?

Dan arcadas las posturitas de esta señora cada vez que se envuelve en las mujeres para ocultar su incompetencia, produce vergüenza ajena el poco respeto que tiene por los ciudadanos al tratar de embaucarlos con sus dramatizaciones sobre el macho alfa, es intolerable que no haya propuesto ni una sola medida para evitar que los fondos que vienen de Europa se pierdan en los bolsillos de cuatro sindicalistas ladrones. Produce desazón y hastío que no llegue ni siquiera a intuir el desprecio que produce en la ciudadanía atracos como el suyo.

Pero quizás habrá que plantearse si quienes nos han timado en estas elecciones europeas son personas sin escrúpulos como ella o somos cómplices todos los ciudadanos, unos por dejarnos arrastrar a la pelea partidista y otros por refugiarnos en la pasividad hartos de tanta bazofia.

Todos somos responsables de nuestras miserias, pero aún más que los miserables son quienes, no siéndolo, se desentienden de la participación política. Por eso es tan importante que quienes no votan, quienes se abstienen por dignidad, reflexionen y piensen si su ausencia no está dejando a los mismos que sigan haciendo lo mismo. Por mi cuenta, hay tres partidos nuevos que merecen estar en Europa: C’s, UPyD y Vox. UPyD tiene ya representación y la aumentará seguro a 3 eurodiputados como mínimo, las encuestan le dan uno a C’s con opción al segundo, mientras el último en llegar está a punto de tener representación. Sin ser idénticos, todos son imprescindibles para defender la España constitucional en Europa. Así que, ya que UPyD tiene asegurada la representación, hagamos que personas tan cualificadas como Javier Nart y Juan Carlos Girauta por C’s, y Vidal-Quadras por Vox, puedan defender los futuros Estados Unidos de Europa.

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