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Ángel Mas

Con Israel, contra el terrorismo

Israel seguirá siendo la frontera de la civilización ante la barbarie. Nuestra frontera

Queridos amigos, hermanos, ajim:

Nos encontramos de nuevo aquí para apoyar al Estado de Israel y a sus ciudadanos y su derecho a vivir en paz y seguridad. Digo "de nuevo" porque ya en el 2010 nos encontramos precisamente delante de esta embajada, cuando Israel se vio obligada a defenderse de los ataques de islamistas palestinos y del acoso de aquellos flotilleros, recordaréis a aquella gentuza, que, subvencionados en muchos casos por el gobierno de España, querían entrar en Gaza, sin víveres pero con muchos cuchillos, para apoyar a los terroristas de Hamás. Esos mismos sinvergüenzas siguen recibiendo ayudas y patrocinio de nuestro gobierno y de otras instituciones públicas, y de hecho hoy tienen muchos amigos entre los que están a cargo de este ayuntamiento de Madrid, del de Barcelona y de los de muchas otras ciudades de España. Representantes del Estado y los ciudadanos a los que, a diferencia de en esta exhibición de hoy, de españoles libres y leales, no veréis nunca con una bandera de España ni con la de ningún otro estado democrático. Menuda paradoja. Así que cinco años después volveremos a hablar de cuatro temas: de la Autoridad Palestina, de los medios, de nuestro gobierno y del futuro.

Hablaremos de la Autoridad Palestina, esa banda de cleptómanos que educa en el odio, que incita a la violencia, que supura antisemitismo. Esa banda que no ha convocado unas elecciones desde 2006 y que aun así se nos intentan vender como posibles socios para la paz. A esa banda de delincuentes el Gobierno de España y el resto de la Unión Europea siguen pagando sus sueldos y sus robos. A esa banda nuestro ministro de Asuntos Exteriores quiso reconocer como miembro en la ONU. Para esa banda nuestro Parlamento votó reconocer un Estado. Y como esta banda vive de las subvenciones que los Gobiernos españoles y europeos les transfieren, dinero de los contribuyentes, dinero nuestro, eso nos hace corresponsables de su malvado cinismo. Así que aquí estamos hoy para decir que eso nos avergüenza profundamente y exigir a nuestro Gobierno que cese de financiar a ladrones y terroristas.

Quiero mencionar también hoy a los medios de comunicación para los que nada cambia. Tel Aviv y Jerusalén siguen siendo los lugares de la Tierra con más concentración de periodistas por metro cuadrado. Muchos son profesionales serios y dignos. Pero algunos otros prefieren mentir sobre Israel desde la seguridad que les da vivir en un Estado democrático y garantista antes que reportar desde el terreno las atrocidades que suceden a escasos kilómetros, en Siria, Líbano o Irak. Cínicos que se aprovechan de la libertad de prensa, de la seguridad jurídica que les ofrece Israel, para lanzarnos desde allí sus mentiras y su manipulación. No son periodistas, son activistas enmascarados a los que la realidad nunca les va a fastidiar un buen titular. Y los responsables de sus medios, aquí en España, de sus televisiones, de sus radios, de sus periódicos, aceptan publicar o emitir una narrativa perversa que glorifica al yihadista simplemente porque ese malnacido no mata en Madrid, en París o en Londres, sino en Jerusalén. Y matar a un judío en Jerusalén, para esos medios, es aceptable. A los responsables de esos medios y a los que los financian, a sus accionistas, a sus anunciantes, les recordamos su grave responsabilidad. La responsabilidad, por ejemplo, de mantener como corresponsal en la zona a una supuesta periodista emparejada con un conocido terrorista palestino. Este es el tipo de corresponsales que se supone nos va a dar información fiable de lo que sucede en Israel.

Además, hoy les quiero hablar de los políticos españoles. En 2010 nos encontramos aquí con un Gobierno, un Ministerio de Asuntos Exteriores y un ministro con unos tics profundamente antiisraelies, por no decir antisemitas. Ese Gobierno cambió y muchos de sus miembros y de su mayoría parlamentaria son amigos de Israel. Pero nada parece haber cambiado en el Ministerio de Exteriores ni en el perfil de su ministro. Un ministerio que promovió el reconocimiento de un Estado que no existe y que, en cualquier caso, sería un Estado fallido en manos de terroristas y cleptómanos. Un ministerio que cada vez que Israel construye una casa salta raudo y veloz a emitir un comunicado condenatorio por el grave peligro que esto supone para la paz, pero que cuando terroristas sanguinarios, carniceros, salen a acuchillar personas inocentes, a atropellar y tirotear a civiles, es incapaz de mencionar la palabra terrorismo en su comunicado, de condenar esos hechos, y se dedica a trasmitir expresiones ambivalentes y equidistantes para las víctimas y sus asesinos. Los españoles que hoy aquí orgullosamente salimos con nuestras banderas, las banderas de España; los españoles leales que no nos avergonzamos de nuestro país y tampoco nos avergonzamos de nuestra amistad con el único Estado democrático de Oriente Medio y el único Estado judío lanzamos, en periodo preelectoral, un mensaje a los diferentes partidos: les exigimos que se posicionen claramente contra el yihadismo, llamando al pan pan y a terrorismo terrorismo, y se comprometan a cesar la financiación de autoridades o grupos que fomenten la violencia, los disturbios, el asesinato. Y les conminamos a que se solidaricen decisiva y claramente con la lucha de los ciudadanos de Israel por vivir en paz y seguridad. Tienen dos meses hasta las elecciones, y nosotros estaremos escuchando atentamente.

Por último, si en cinco años desgraciadamente nos tenemos que volver a ver aquí porque los palestinos sigan sin perder una oportunidad de perder su última oportunidad, les vaticino que lo haremos con un Estado judío más fuerte, que seguirá aportando premios Nobel a la humanidad, que continuará teniendo universidades entre las mejores del mundo, que aportará progreso científico y tecnológico al planeta. Un Israel que seguirá siendo la frontera de la civilización ante la barbarie. Nuestra frontera. La frontera que tenemos que ayudar a preservar, apoyando a los que la defienden para nosotros y nuestras familias. Por eso estamos aquí, por eso volveremos cada vez que sea necesario.

Am Israel jai.

Nota: Este es el discurso que ha pronunciado el autor, presidente de ACOM, en la concentración que ha tenido lugar esta mañana en Madrid en solidaridad con Israel.

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