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Polémicas indecorosas

Los españoles seguimos con el disparate de subvencionar las energías más caras con tal de no pensar en centrales nucleares de la última generación.

Antonio Fernández Guardiola está de acuerdo conmigo en que sería de gran interés restaurar la mili obligatoria. Naturalmente, hoy sería por igual para los dos sexos. Abarcaría no solo el manejo de algunas armas sino la práctica de las actividades de ayuda humanitaria. Esa restauración debería ser compatible con el refuerzo del ejército profesional. Ya sé que son muy pocos los que suscriben esa opinión, pero eso la hace más interesante.

Agustín Fuentes se irrita con el oportunismo de los que pretenden acabar con las centrales nucleares, visto el desastre de la tsunami japonesa. Razona don Agustín lo que podía haber sido si una ola de esa magnitud hubiese caído sobre los molinillos o las centrales mareomotrices de nuestro país. Añado que está de moda admirar las virtudes morales y técnicas de los japoneses, pero a mí no me convencen del todo. Si los nipones hubieran sido tan racionales como parecen, habrían situado las centrales nucleares lejos de la costa. Por otro lado, el país del milagro económico de la generación anterior lleva estancado más de 20 años. El desastre del terremoto y de la nube radiactiva es solo un episodio de un mal endémico que nadie se atreve a plantear. Tengo para mí que a los japoneses les iría bien pasarse al sistema alfabético para escribir su lengua. Apoyo la queja de don Agustín de que el Gobierno español no haya facilitado ninguna ayuda para aliviar el desastre del tsunami japonés. Tampoco se han interesado nada las oenegés. Es más vistosa la ayuda que puedan recibir los desgraciados de Haití. Hay mucho de propaganda en ese tipo de acciones solidarias. El fracaso de la central nuclear japonesa se podría haber superado de haber invertido algún dinero en diseñar mejor esos artilugios atómicos. Es una lástima que no se haya hecho un esfuerzo mayor para lograr el sistema de fusión nuclear. Después de todo, ese método es el que rige en el universo. Por tanto, es tan natural y económico como la fuerza de la gravedad. En el entretanto, seguimos los españoles con el disparate de subvencionar las energías más caras con tal de no pensar en centrales nucleares de la última generación.

Lo lógico es que el coste de la energía fuera descendiendo. Pero es un precio que no hace más que subir. Lo hará todavía más, visto el remolino que se ha organizado en los países musulmanes. Por cierto, no está claro por qué el tirano de Libia es tan malo y antes era tan bueno, por qué son buenos los sátrapas de Arabia, Siria, Yemen y otros países de la misma cuerda. Lo más difícil de entender es por qué era tan nefasta la segunda guerra de Irak y tan benéfica la "intervención" de Libia. Ya sé que de todo esto no se debe hablar. Pero me preocupa la esquizofrenia de Zapatero. ¿No podría retirarse a la Cirenaica?

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