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Amando de Miguel

Ortografía y ortología

Don Jesús recuerda la muletilla de "la generación más preparada de la Historia" con la que se califica a los jóvenes actuales. Para llorar.

Emilio Soria no está de acuerdo con mi comentario de que la imposición de la k en el vascuence unificado o batúa es un capricho sin fundamento. (Por cierto, eso de "sin fundamento" es muy vasco). Don Emilio apela a la autoridad del catedrático de Salamanca Gonzalo Correas, quien en el siglo XVII propuso la misma reforma para el castellano. El lingüista llegó a firmar Korreas, pero nadie le siguió en el empeño. Podía haber trocado el apellido en Gürtel. Sostiene don Emilio que "lo mejor es que haya una sola letra para cada sonido y un sonido para cada letra". El principio suena bien, pero, de aplicarlo, acabaríamos con las lenguas cultas del mundo. Sin ir más lejos, el sonido tx en vascuence (una especie de ch con la lengua pegada a los dientes) necesita dos letras porque no hay una sola para indicarlo. Por cierto, el idioma castellano se acerca más al principio enunciado por don Emilio que el inglés.

Jesús Laínz comenta el resultado de unas oposiciones que han hecho en Madrid para jóvenes licenciados de Magisterio. Se trataba de dotar plazas de profesores de enseñanza secundaria, o como diablos se llame ahora. En los ejercicios escritos abundaban las faltas de ortografía, el 80% ignoraba la fórmula de la circunferencia o la del área del círculo.

El alumno más listo de todos, al ser preguntado por el concepto de desarrollo sostenible, respondió: "Como todos lo sabéis, no voy a perder el tiempo explicándolo".

Solo aprobó el 13% de los 14.000 presentados. Don Jesús recuerda la muletilla de "la generación más preparada de la Historia" con la que se califica a los jóvenes actuales. Para llorar.

Ya que estamos con la ortografía y la ortología, no estará de más dar un repaso a la ortotipografía. No soy un virtuoso, pero me encocora el estilo que se emplea ahora en muchos informes campanudos. Se espolvorean los textos de mayúsculas caprichosas, barritas diagonales del tipo "y/o", guioncitos a tutiplén, colorines, etc. Vamos, que los textos adquieren un aire pictórico. Resulta algo estragante.

Me maravilla el uso corriente y continuo del verbo profundizar. No se comprende bien que sea más noble que sus contrarios: erigir, edificar, levantar. Los topos no parecen animales muy inteligentes; se pasan la vida profundizando.

Me he referido antes al opositando que no se atrevió a definir la sostenibilidad. Comprendo al muchacho. Por lo que llevo oído en los últimos días sobre "la sostenibilidad de las pensiones", para unos significa que las pensiones van a bajar y para otros que van a subir. El asunto me interesa mucho, pero no sé a qué carta quedarme. Agradecería que algún libertario me ilustrara sobre el particular. Mis conocimientos del politiqués son muy limitados.

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