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Amando de Miguel

Modas y manías ante las 'alcachofas'

Me refiero a los micrófonos, ese aparato que convierte el habla en un espectáculo; más todavía si en frente hay una cámara de televisión.

Me refiero a los micrófonos, ese aparato que convierte el habla en un espectáculo; más todavía si en frente hay una cámara de televisión. El hablante se transfigura. No es que se ponga nervioso o le entre la timidez. Suele suceder lo contrario, una extraña facundia. El efecto es similar cuando se trata de escribir algo que va a leer el público. Es un hecho que en esos casos el discurso se puede tornar un tanto errático. En esta seccioncilla abundan los ejemplos.

Maribel Torbeck insiste en que la expresión, tan habitual en los medios, de "catástrofe humanitaria" (en lugar de simplemente "humana" cuando hay víctimas) resulta incoherente. Para su tesis maneja el DRAE. Me siento dubitativo al respecto. Comprendo que lo correcto sería decir "catástrofe humana”. Sin embargo, tiene más fuerza decir “humanitario” cuando se rompe la solidaridad básica entre las personas. Doña Maribel (en su isla de Colorado, USA) se sorprende con este titular de ABC: "El Tribunal Constitucional inadmite el recurso…". Suena raro, pero en la jerga de los tribunales se utiliza ese retorcido término de inadmitir. Peor me parece lo de "recepcionar", que tanto cunde en el lenguaje oficinesco. Doña Maribel no descansa. Se escandaliza del nuevo sentido que se da de la voz complicidad y derivados. Ante las alcachofas y las cámaras circula ahora como amistad íntima o entendimiento profundo para el bien. Toda la vida de Dios la complicidad se había reservado para la colaboración en un delito, pero ahora es casi lo contrario: una relación amorosa y tierna. Qué le vamos a hacer. La lengua no solo está viva sino coleando, como los renacuajos.

La admiración por las palabras y expresiones de moda no tiene límites. Por todas partes veo el edificante letrero de "Punto Limpio". Quiere decir sucio, maloliente, pues en él se deposita la basura. En los diccionarios está la voz conllevar (= soportar con paciencia, aguantar estoicamente). Por lo visto no debe de ser una cualidad plausible, pues ahora se utiliza más bien como suponer. Si don José Ortega y Gasset levantara la cabeza y repitiera su famoso lamento de que "la cuestión catalana hay que conllevarla", nadie le entendería.

Hay veces en que el efecto de la alcachofa y la cámara producen una especie de borrachera mental. Acabo de oír (que no escuchar) a un presentador de una tertulia en Televisión Española esta expresión: "En romano paladino". Supongo que es "en el que suele el pueblo hablar a su vecino". Pero no el pueblo romano.

Ya que estamos con el efecto alcachofa. No alcanzo a comprender ese sistemático sesgo que se produce en la entonación de las frases. Convengamos en que la pausa en el hablar se escribe con este signo: /. Lo lógico sería enunciar una frase como esta: "En Alemania se han celebrado elecciones/ en las que ha ganado la cancillera". Pues bien, no es infrecuente oír esta caprichosa entonación: "En Alemania/ se han celebrado elecciones…". Es decir, se rompe bonitamente la unidad de la frase, por corta que sea, con una pausa detrás de las primeras palabras, antes de llegar al verbo. No me cabe una explicación para esa anomalía tan frecuente. Más grave es cuando la frase se lee así: “Y en Alemania/ se han celebrado elecciones…”. ¿Por qué la necesidad de anteponer una y a cualquier noticia? ¿No se estudian esas cosas en los másteres de comunicación?

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