De vez en cuando salta aquí la observación de que el humor se reduce a utilizar palabras y expresiones con distintos sentidos. En la posible confusión emerge la sorpresa, y la sorpresa produce hilaridad. Doy algunos ejemplos que me envían los solícitos libertarios.
Julio Iglesias de Ussel cuenta una conversación entre un jovencito y su madre. El hijo hace este ruego: "Mamá, nunca me dejes vivir en estado vegetativo, dependiendo de máquinas y líquidos en una botella. Si me ves en ese estado, desenchufa los artefactos que me mantienen vivo. Prefiero morir". La madre se levantó al instante y empezó a desenchufar el televisor, el DVD, el router de internet, la play, todos los teléfonos y demás cachivaches electrónicos. A continuación tiró a la basura todas las cocacolas y las cervezas. El comentario del asombrado jovencito al recordar el suceso: "La madre que la parió, casi me muero".
Agustín Fuentes, tan cuantitativo él, calcula que en España "tenemos más políticos que médicos, policías y bomberos juntos". Propone que se haga un ERE con los políticos. Añado que la polisemia está en que hay muchos concejales que no cobran y algunos políticos que se han hecho millonarios.
Alfonso Blanco Rivas me cuenta el caso del estudiante que sacó injustamente un cero en un examen. Anoto solo algunas de las preguntas y respuestas de la prueba:
(1) ¿Dónde fue firmada la Declaración de Independencia de los Estados Unidos? Al final de la página.
(2) ¿Cuál es la primera causa del divorcio? El matrimonio.
(3) ¿Cómo puede permanecer un hombre ocho días sin dormir? Durmiendo por la noche.
(4) Si se necesitan ocho hombres para construir un muro en diez horas, ¿cuánto tiempo les tomaría a cuatro hombres para construir el mismo muro? Ningún tiempo. El muro ya está construido.
Jesús Laínz me envía un artículo suyo con una tesis subyugante. Se trata del consejo que da el insigne polígrafo montañés a un hombre que tenga impulsos de matar a su esposa por celos o a su padre por codicia. El consejo es que se haga pasar por terrorista. De esa forma las autoridades podrán negociar con el parricida e incluso lo considerarán interlocutor político. En consecuencia podrá exigir un trato preferente e incluso recibir cursillos de rehabilitación. Cuando salga de la cárcel le darán un trabajo, será considerado como un héroe y hasta recibirá una pensión. Añado que luego dirán que don Jesús no hace crítica constructiva.