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Correcciones impolíticas

Insiste don Luis en que si 'periodista' vale para los dos sexos, 'modista' también. Por tanto, no puede haber 'periodistos' ni 'modistos'.

Adolfo Ipiña Morón defiende que se diga "el juez imputa de algo a Fulano" en lugar "el juez imputa a Fulano" sin especificar de qué se le imputa. Me parece muy acertada la corrección. Entiendo que el verbo imputar, que tanto se emplea hoy, resulta asaz desgraciado. Por mucho que se remache que no significa acusar a alguien de un hecho punible, sin embargo se está cerca del mismo. Todavía recuerdo el efecto de las portadas de algunos periódicos con este titular: "La infanta imputada". Peor sonaría todavía algo así como "la diputada imputada".

Julián Plana me corrige la expresión "hinchar el telegrama" para la operación de los periodistas de antaño que tenían que redactar un artículo a partir de un escueto telegrama. Para don Julián la expresión más utilizada era "hinchar el perro". El dicho procede de un cuentecillo que figura en el Quijote. Era un loco de Sevilla que mantenía la diversión callejera de soplar por una caña embutida en el culo de un perro para hincharlo a voluntad. Al parecer, tal desalmada diversión era común en los tiempos de Cervantes. La crueldad de los españoles no tiene límites.

Gabriel Ter-Sakarian me echa una reprimenda porque empleo la voz retruécano en el sentido de juego de palabras que tiene la pretensión de ser ingenioso. Don Gabriel sostiene que el retruécano es solo un juego específico, consistente en repetir una frase de otra manera con la misma pretensión de hacer gracia. Por ejemplo, "no es lo mismo tubérculo que ver tu culo". Lo siento, pero (como buen judío) sigo en mis trece. Me parece más útil el sentido amplio que yo doy (y conmigo cientos de doctores) a ese recurso retórico.

Hablando de correcciones. Lorenzo Martínez precisa que cota cero es "el punto en el que la explosión afecta al suelo, al objetivo". Se acepta. Pero insisto en que no parece razonable hablar de cota cero para cualquier tipo de catástrofe o accidente.

Luis Cáceres me aporta algunas expresiones del politiqués ubicuo. Por ejemplo, residuos sólidos urbanos (= basura), punto kilométrico (= kilómetro), redimensionar (= reducir). Vamos progresando. Insiste don Luis en que si periodista vale para los dos sexos, modista también. Por tanto, no puede haber periodistos ni modistos.

Maribel Torbeck recoge esta perla de Luis de Guindos: "Hay algunos puntos de inercias positivas". Se refiere el ministro a que la tasa de paro no va a subir mucho más. Agustín Fuentes certifica que no hay inercias en plural y que no son ni positivas ni negativas. La inercia es la resistencia que ofrece un cuerpo a un cambio de su estado. Otra expresión rebuscada del ministro, según don Agustín, es "ganancia de competitividad". Se supone que quiso decir "mejora de competitividad".

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