Elisenda Paluzie, a la sazón presidenta de la ANC, ha hecho en TV3 unas declaraciones apologéticas de la violencia de los separatistas catalanes por las que debería ser procesada por la justicia. Mantiene Paluzie que la violencia, el terror y la barbarie de los separatistas en las calles de Barcelona debe continuar porque "hace visible el conflicto" y, además, permite que los separatistas catalanes "estén en la prensa internacional de manera continuada". Esta apología del terror en las calles, aparte de criminal y nauseabunda, se equivoca en una cosa: si la violencia separatista sale en la prensa mundial, no es por Cataluña sino por España.
Los separatistas catalanes no son nada y tampoco serían nada sin España en una supuesta República de Cataluña. En este punto creo que es menester recordar la respuesta que le dio un filósofo, cuando fue a recibir un premio de la Generalidad, a la pregunta que le formuló Pujol. "¿Por qué no se habla de Cataluña en EEUU?", balbuceó Pujol, el mayor ladrón de Europa de la democracia postfranquista, padrino ideológico y político del separatismo, a José Ferrater Mora, filósofo español residente en EEUU. La respuesta aún es digna de meditarse. En efecto, respondió Ferrater Mora, nadie habla de Cataluña en EEUU; pero si hubiera un terremoto en esta región de España, que causara mil muertos, ningún medio de comunicación importante de ese gran país dejaría de dar la noticia. Algo que no sucedería nunca si la desgracia, aunque fuese tres veces más grave que el supuesto terremoto catalán, hubiera tenido lugar en Turquía.
Tenía y, naturalmente, sigue teniendo razón el filósofo: si se habla de Cataluña, en EEUU, es única y exclusivamente porque esa comunidad pertenece a España; más aún, porque España está y es Europa. La "inteligencia" de EEUU, como la de cualquier país civilizado del mundo, sabe distinguir con perspicacia qué representa España en la Historia y cuál es su singularidad en el plano internacional. España, Europa, señora Elisenda Paluzie, no es Asia, por decirlo brevemente, pero ustedes, separatistas catalanes, se comportan como bárbaros. Ustedes, separatistas catalanes, violentos y terroristas, pueden sembrar de terror las calles de Barcelona, pero los medios de comunicación internacionales no hablarán de esas salvajadas por ustedes, sino porque eso sucede en España, una gran nación de Europa. Eso es tan inamovible como que el 25 de julio de 2014, Jordi Pujol Soley, expresidente de la Generalidad catalana, reconocía ser un evasor fiscal con tres décadas de antigüedad.