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Agapito Maestre

Entre políticos. A cuatro meses de las elecciones

¡Cuidado con la crítica exagerada a los políticos! ¡Desaparecen los políticos y pronto aparecen iluminados y dictadores!

Dice el maestro Anson que la clase política española debería enrojecer de vergüenza por tenernos cuatro meses con un Gobierno en funciones. Gobierno en funciones y Oposición son unos irresponsables. Nada que objetar. Es la de Anson una voz más, aunque muy autorizada, que denuncia lo obvio. La crítica es ajustada al daño que inflige a la nación española tanto un Gobierno en funciones como una Oposición que deambula como pollo sin cabeza por las instituciones. El veterano periodista recoge con precisión el malestar de la ciudadanía española con sus élites políticas, que se han convertido, según todos los sondeos de opinión, en el segundo problema de España. Los ciudadanos españoles no se fían de sus políticos profesionales.

Todo eso es cierto, sin embargo, pudieran ser meras apariencias de una realidad superior. Sí, la política, y no digamos la filosofía de la política, es una realidad carente de rigor y exactitud. Las fundadas razones de millones de ciudadanos contra los políticos profesionales por secuestrar la genuina política, la posibilidad de construir bienes en común entre los diferentes partidos políticos, no debe llevarnos a la actitud derrotista de quienes creen que esto, España, no tiene salida con esta clase política. Falso. Para empezar, es menester reconocer que la crítica a los políticos se ha convertido ya en un prejuicio (sic) contra la política que, indirectamente, podría acabar con lo político. ¡Cuidado, pues, con la crítica exagerada a los políticos! ¡Desaparecen los políticos y pronto aparecen iluminados y dictadores!

Ese prejuicio contra el político profesional, a todas luces de carácter político, tiene un ineludible contenido de verdad, pero su peligro es evidente: nos impide ver los múltiples matices de la experiencia política del presente. Estos cuatro meses sin Gobierno dan para más de un libro. De hecho, serán trascendentales para el futuro de este país. ¿O acaso alguien sigue creyendo a estas alturas que, además de estar cuatro meses sin Gobierno, no han pasado ciento de cosas en la política española? Ingenuo sería quien no le dé importancia a la lucha entre el PSOE y Podemos por conformar un Gobierno. Ridículo diagnóstico político presentaría quien no reparase en la trascendencia social y política de los mesogobiernos de Madrid y Andalucía que han conformado PP y Cs con el asentimiento de Vox. ¡Qué decir de la de mala jugada de Sánchez en Navarra con los filoetarras!…

En fin, estos cuatro meses no han pasado en balde para nadie… Y menos para la política presente y futura. En estos cuatro meses hemos tenido la oportunidad de ver surgir y evaluar a una nueva clase política. No es poco. A pesar de todo, reconozco que, en tiempos de miseria intelectual como la que vivimos, donde la pobreza de ideas y la prensa amarilla caminan juntas, es más fácil hacer diatribas contra quienes se dedican más o menos profesionalmente a la cosa pública que hallar referencias intelectuales para aclarar cuál es el rol del buen político en una España desnacionalizada.

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