Felipe VI, la dignidad del Estado
Estamos al albur de unos ineptos desaprensivos. A la intemperie. Solo amparados por esos bomberos, guardias civiles y militares que arriesgan su vida para salvar la nuestra.
Había vecinos de luto y otros rabiosos. El rey consoló a unos y no se encondió ante los otros. Aguantó, porque él sabe lo que representa: la dignidad y permanencia de nuestra Nación. Algunos aplauden el acoso a un presidente que se riló. Cuidado con celebrar la rabia, la violencia alentada por extremistas putinescos de derecha y de izquierda. Van de la mano para abocarnos a ser una sociedad enfrentada y frustrada.
"Saben lo que hay que hacer y si no tienen recursos suficientes para hacerlo, que los pidan de nuevo". Escuchando al presidente del Gobierno el pasado sábado, cinco días después del inicio de la DANA, podrías pensar que se está dirigiendo al primer ministro de Marruecos ofreciéndole ayuda. Con ese "saben lo que hay que hacer", Sánchez se sitúa fuera de la tragedia. No es asunto suyo. Han sido otros los que no han estado a la altura. Venía precedido por los ataques de los ministros Torres, Marlaska y Robles. Desde el minuto uno de la crisis, Moncloa activó la campaña contra el presidente de la Generalitat Carlos Mazón. Miserables.
La gestión de la pandemia del COVID fue un ejercicio práctico de la inoperancia de la Administración y la disfunción del Estado de las Autonomías para hacer frente a una crisis de ámbito nacional. Las políticas de división social y polarización de socialistas y comunistas, lejos de procurar soluciones, han ahondado los problemas. La parálisis del Gobierno ante la devastación de la gota fría confirma que no hay nadie al frente. O lo que es peor: al frente hay una banda.
El Estado dispone de recursos. Los Estados Mayores de los Ejércitos imaginan y diseñan escenarios para todo. Elaboran planes de contingencia. ¿Nos quieren hacer creer que no los tienen para una región que sufre periódicamente catástrofes naturales? ¿Qué Protección Civil carece de ellos? Según la ministra de Defensa así es: "No es un problema de números, sino de capacidades", justificó el pasado día 1 en declaraciones a RTVE. Y explicó que "no sirve de nada que el Ejército vaya sin un plan". Escuchándola, el "plan" para el despliegue del Ejercito lo debería tener elaborado el señor Mazón.
El Centro Nacional de Seguimiento y Coordinación de Emergencias (CENEM) dispone de una Guía de organización operativa estatal para la respuesta inmediata ante emergencias de Protección Civil. En ella se detalla quién activa y cuándo el nivel máximo: la Situación 3. Es competencia exclusiva del ministro del Interior y lo puede hacer "por decisión propia en base a la magnitud de la emergencia, por petición de la Comunidad Autónoma o del Delegado del Gobierno". ¿Por qué no se hizo el mismo día 28? Marlaska se escabulle y se lo imputan a Mazón: no lo pidió.
Leo un análisis de Óscar Ruiz en Escudodigital. Se lo resumo: si se activara la Situación 3, la gestión, con todas sus imprevisibles derivadas, pasaría a ser responsabilidad del Gobierno de Sánchez. Se acabaría poder acosar a la Generalitat Valenciana. Dicho en plata: que se coma el marrón Mazón.
No faltan medios. Ni la inacción del Gobierno se justifica por la descoordinación que puede producirse tras el primer impacto de la catástrofe. La Administración está atrapada en una maraña competencial. Si a esto le añades la desgracia de que te toque un Gobierno de incompetentes y sectarios, que ven en las calamidades que sufre la población oportunidades para debilitar al que tienen por enemigo, pues que Dios nos coja confesados. Sucedió en la Comunidad de Madrid durante la pandemia; ahora en la Comunidad Valenciana. Toca ir a por Mazón, como ayer lo hicieron con Ayuso.
La Estrategia de Seguridad Nacional contempla una serie de riesgos, entre ellos las emergencias y catástrofes originadas por causas naturales, como inundaciones y fenómenos meteorológicos adversos. Establece que se debe disponer de un sistema de información basado "en el análisis de indicadores que proporcione alerta temprana sobre los riesgos y amenazas". El Consejo de Seguridad Nacional (CSN) es la pieza angular del Sistema. Es el órgano responsable "de la dirección y la coordinación de las actuaciones para la gestión de situaciones de crisis… dirigidas a facilitar el proceso de toma de decisiones y asegurar una respuesta óptima y coordinada de los recursos del Estado que sean necesarios. Para llevarlas a cabo, el CSN está asistido por un Comité Especializado: el Comité de Situación" (Estrategia de Seguridad Nacional 2021).
El señor Félix Bolaños, ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con la Cortes lo dirige desde el 13 de diciembre de 2021. ¿Se reunió el Comité de Situación? ¿Tomó alguna decisión? Negativo. El máximo responsable de una pieza esencial para "coordinar los recursos del Estado" simplemente desapareció de escena. Bolaños podía haber propuesto que se activara al Ejército.
Concluyendo: un desparrame de organismos estatales que intervienen o tienen algún tipo de función ante una catástrofe como la que hemos sufrido. En el vértice está el Consejo de Seguridad Nacional (lo preside Sánchez), asistido por un Comité de Situación (que dirige Bolaños) y en el que están presentes todos los ministerios, el CNI y el Departamento de Seguridad Nacional (DSN) de Moncloa. Este departamento es un chiringuito que depende del jefe de Gabinete de Sánchez y tiene a una ingeniera aeronáutica, que además es generala del Ejército del Aire, como directora. Como no podían ser menos, los de Moncloa también la pintan "en el ámbito de la gestión de las situaciones de crisis" y mantienen su propio Centro de Situación. Ya llevamos dos. Además disponen de un búnker para reunirse, que lo prestan cuando hay que hacerse una foto.
El Centro Nacional de Seguimiento y Coordinación de Emergencias de Protección Civil (CENEM) —que depende del Ministerio del Interior— se supone que es el responsable ante situaciones como la mortífera DANA. Es quien puede movilizar efectivos de la UME. Pese a la importancia de sus funciones y cometidos, no figura en el organigrama del Comité de Situación del Consejo Nacional de Seguridad.
Perdonen una pregunta desde la ignorancia: ¿Puede ser que el CENEM (o sea Marlaska) tenga capacidad para activar un camión de la UME sin que se entere Bolaños, pero si el vehículo es del Regimiento de Pontoneros del Ejército de Tierra, tenga que ser Bolaños —jefe del Comité de Situación del CSN— quien llame a Margarita Robles? ¿Qué justifica que existan dos organismos con capacidad de coordinar recursos del Estado para una misma catástrofe? Para añadir más confusión, el Gobierno aparta al Jefe del Estado Mayor de la Defensa del mando del operativo desplegado en Valencia. A la hora de la verdad al sistema se le funden los plomos y avanzan los agentes de Putin.
Una sopa de siglas inútil. Comité de Situación del CSN. Centro de Situación del DSN. CENEM. Sin contar los respectivos de cada una de las 17 comunidades que se transforman en ‘cecopis’ ante una emergencia. Pero hay que aparentar que se hace algo y organizaron un Comité de Crisis. Se fueron al búnker de Moncloa y salieron en la tele. Lo presidía la vicepresidenta Montero. Tomaban nota Bolaños y Marlaska. En la siguiente reunión ya estaba presente su Sanchidad: "¡Barra libre. Solo tienen que pedirlo!".
Estamos al albur de unos ineptos desaprensivos. A la intemperie. Solo amparados por esos bomberos, guardias civiles y militares que arriesgan su vida para salvar la nuestra. Pareciera que el Estado son ellos.
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