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José García Domínguez

Ordinalidad

¡La bomba llamada a acabar para siempre con la equidad territorial constituye un regalito personal de Sánchez, un presente que nadie había pedido!

Pedro Sánchez y Pere Aragones en una reunión en julio de 2024 en la Generalidad. | Europa Press

Puesto que Amancio Ortega es el ciudadano español que más tributos paga en concepto de IRPF todos los años, el Gobierno de España debería compensar anualmente a Amancio Ortega convirtiéndolo en el contribuyente individual que más ayudas financieras, transferencias, subsidios y subvenciones a fondo perdido recibiera del Estado entre los 48’6 millones de habitantes con los que ahora mismo cuenta nuestro país. Nadie discutiría que tal idea remite a una gran idiotez moral y conceptual; una gran idiotez moral y conceptual que, sin embargo, dispone de un elegante nombre técnico en los manuales de Hacienda Pública: se llama principio de ordinalidad.

Y justo eso, la ordinalidad aplicada al ordenamiento fiscal autonómico, esto es, la muy izquierdista ocurrencia de que los más ricos sigan siendo los más ricos tras pagar sus impuestos, al tiempo que los más pobres vean inalterada su pobreza relativa luego de cumplir con idéntica obligación, es lo que acaba de prometer Pedro Sánchez al separatismo catalán, solo a cambio de la investidura de Salvador Illa. Nunca tan poco se cotizó tan caro. De la ordinalidad se ha perorado mucho a la opinión pública, siempre para intoxicarla. A ese respecto, la mentira sobre su supuesta aplicación en la financiación de los länders alemanes constituye ya un clásico.

Esa trola, un embuste más falso que los duros sevillanos, se ha repetido muchísimo en el pasado. Y estos días infames, seguro que se volverá a airear en los papeles. Si bien lo más resaltable de la prometida ordinalidad sanchista es que no figuraba en la propuesta que llevó Esquerra a la mesa de negociación con el PSOE (lo confesó el jueves pasado el economista Miquel Puig, uno de los redactores del documento, en La Vanguardia). ¡La bomba llamada a acabar para siempre con la equidad territorial constituye un regalito personal de Sánchez, un presente que nadie había pedido! Ellos solo querían un concierto, pero él les ofreció el Paraíso Terrenal. Gratis total, además. Y el porqué resulta evidente: acaba de contratar la póliza de un seguro de vida por el tiempo que resta de legislatura. La que le pagaremos todos.

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