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Daniel Blanco

El día en que Guardiola no entendió nada

El técnico vuelve al Bernabéu un año después de la gran remontada del Madrid que privó a su Manchester City de jugar la final de Champions.

Guardiola tiene pesadillas con la eliminatoria contra el Real Madrid la pasada temporada | EFE

Cogió el avión de vuelta inmovilizado, en estado de shock. No tenía ni idea de lo que había ocurrido en cuatro minutos infaustos para su equipo, cuatro minutos de magia en un estadio propenso a ello. A Pep Guardiola le costó digerir lo que había ocurrido en el Santiago Bernabeu la noche del 4 de mayo del año pasado. Sólo sabía que se volvían a Manchester eliminados cuando todo lo tenían en la mano. Sólo sabía que el Real Madrid lo había vuelto a hacer.

Cuentan que, ya en la ciudad inglesa, en su casa, el día después le siguió dando vueltas al asunto. Cómo es posible que tuviéramos el dominio, las ocasiones, el gol de Mahrez. Un 0-1 irremontable llegando al final. La pelota en nuestro poder. De repente, una pérdida, un saque de banda y todo lo que ocurrió después. Los dos goles de Rodrygo, la prórroga, la pesadilla, el tercero del Madrid. El caos.

Dicen que Pep le da muchas vueltas a las eliminatorias. Martí Perarnau en su fabuloso libro "Pep Guardiola. La metamorfosis" describe cómo en mayo de 2016 antes de la vuelta de semifinales ante el Atlético de Madrid en Múnich (1-0 en la ida, gol de Saúl) abandonó una cena familiar en su casa con la excusa del fútbol. "Perdonadme pero tengo que resolver algunas cosas". Y esas cosas eran que no sabía la forma humana de meterle mano al bloque del Cholo. "Si atacamos desmedidos nos matan, si controlamos no sería del gusto de nuestros aficionados. Estamos fastidiados hagamos lo que hagamos". Hicieron lo que le salía del corazón. Atacar una y otra vez. Pero fueron eliminados.

A Guardiola se le han achacado muchos planteamientos extraños con tal de tener controlado todo. Unos cuartos de final ante el Liverpool, en Anfield, cuando dejó muy descubierta la espalda de los mediocentros y centrales. El equipo de Klopp ganó 3-0. La final del 2021 ante el City cuando dejó a Rodri en el banquillo para jugar sin mediocentro. Todo producto de sobrepensar demasiado las eliminatorias. Todo por tener bajo control las emociones de todos los jugadores.

Se dio cuenta Pep que el fútbol es imprevisible. A él, precisamente, no le pueden decir otra cosa vivido lo vivido en el Bernabéu, lugar al que vuelve este martes para eliminar al Real Madrid y plantarse en su cuarta final de Champions. Para ello volverá a pensar demasiado porque va en su forma de ser, en su forma de entrenar. A estas horas le estará dando vueltas a cómo tener controlado el centro del campo del Madrid, si disponer superioridad o no. Estará pensando en qué lateral (seguramente Walker) se encargue de parar a Vinícius. Sabe que el Madrid es muchas cosas y sabe que no sólo juega ante el equipo, también juega ante la historia y ante el escenario.

Va a presentarse el City de Guardiola en el Bernabéu con una sensación de asentamiento. El equipo es más equipo con el paso del tiempo. Este año, además, está Haaland y eso no es ninguna tontería. Le asegura al bloque más estabilidad, le asegura más gol y está moldeado de una forma distinta. Hay veces que el City no propone, que espera y sale corriendo. Casi nunca tuvo Pep a un delantero de las características del noruego y hasta a eso se ha acostumbrado.

Con la Premier bastante encarrilada tras sobreponerse a un Arsenal apoteósico, hasta este tramo en el que al equipo de Arteta le van fallando las fuerzas, quiere el Manchester City un golpe de efecto. Pero hay que contar con el rival de enfrente. Muchos apuntan a un favoritismo del Madrid, cinco Champions en los últimos 9 años, una barbaridad que tirará abajo todas las estadísticas si gana este año la competición. El Madrid habrá ganado en 10 años las que tenía en 42, antes de ganar la séptima en 1998.

Guardiola sabe que será el blanco en todo el día de hoy y mañana martes. Lo será hoy en la rueda de prensa donde se encargará de halagar al rival, un equipo que siempre ha respetado por encima de opiniones diversas. Él sabe contra quién está jugando. Porque repensará todo mil veces, porque será un tipo complicado en ocasiones. Pero Guardiola sabe que sólo estudiando bien todo se puede ganar a un monstruo de estas dimensiones. Y a veces, incluso estudiando, el examen se suspende.

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