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Javier Somalo

Junqueras ficha por el PSOE

No hay delito, no hay sentencia, no hay condena, nada ha sucedido. Es el triunfo de la "ensoñación" que nos dejó la sentencia del Tribunal Supremo.

El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, saluda al diputado electo en prisión preventiva de ERC Oriol Junqueras, durante la sesión constitutiva de las nuevas Cortes Generales. | EFE

Sin informes de órganos consultivos, sin respeto institucional y desde La Sexta. Podríamos bautizarlo ya como "Falcon style" para que sea tan cutre y grosero como su autor. Así es como está liquidando el orden constitucional un presidente del Gobierno de España llamado Pedro Sánchez, convirtiendo el delito en virtud.

Pedro Sánchez, Butronero Mayor de la Constitución, es capaz de todo para no apearse del poder. De todo. El resumen es bien sencillo: jamás ha tenido mayoría suficiente para gobernar y, mediando siempre mentiras flagrantes, ha preferido a la extrema izquierda y al separatismo (golpista) para poder hacerlo. Lógicamente, los mencionados socios y el delito son inseparables, así que para evitar quedarse sin apoyos ha hecho falta despejar el camino de obstáculos legislativos y judiciales. De ahí su interés en confundir los Poderes del Estado y controlarlos. Por eso el PP nunca, por más que le quieran culpar, debe contribuir a ello. No puede ser cooperador necesario de este interminable golpe de Estado que este viernes 11 de mayo de 2022 se ha remangado del todo y a la vista de todos.

El 21 de mayo de 2018, Sánchez no estaba en el poder y decía cosas como estas:

"La elección de Torra ha despertado las vergüenzas racistas del secesionismo (…) Torra no es más que un racista al frente de la Generalitat de Catalunya (…) no es ni más ni menos que el Le Pen español".

Tan enfadado estaba que decía apoyar al Gobierno de Mariano Rajoy: "Apoyamos que el Gobierno rechace el nombramiento de presos y huidos".

Y hasta proponía mayor dureza para castigar los exabruptos separatistas como aquel de las "bestias con forma humana" del inagotable Torra: "Planteamos sanciones administrativas económicas que serían agravadas en el caso de ser realizadas por responsables políticos".

Eso sí, en una entrevista con La Razón por aquellas fechas confesó alguna debilidad: "Le voy a decir una cosa: respeto más a Junqueras que a Puigdemont, porque no huyó". Ya, y por algo más.

Aunque una de las promesas electorales de Sánchez fue traer de las orejas a Puigdemont porque si quería podía —"¿Y al Fiscal quién le elige?"—, ahora la razón de todo es que Oriol Junqueras pueda presentarse a las elecciones de 2023 porque sin él, sin su Esquerra, ni Tezanos seguiría en nómina del PSOE pintando arquitos del triunfo con nuestro dinero. Y ya hasta podrá volver el propio Puigdemont con las orejas intactas.

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El delito de "Desórdenes públicos agravados" no llega ni para castigar a Ada Colau por convertir Barcelona en Gotham pero es que la cacicada pergeñada por este Torcuato del Mal, que pasa de la Ley a la Ley de forma ilegal y para hacer desaparecer el orden legal provocará un efecto dominó de dimensiones desconocidas como explica muy oportunamente Miguel Ángel Pérez en Libertad Digital. Si un delito desaparece, sus efectos y las formas de llegar a él también. Así que a ver qué pasa ahora con la malversación del dinero para cometer la sedición… si no es delito la sedición. Lo mismo hasta nos toca pagar el referéndum ilegal y ya veremos si no nos obligan incluso a indemnizar.

No hay delito, no hay sentencia, no hay condena, nada ha sucedido. Es el triunfo de la "ensoñación" que nos dejó la sentencia del Tribunal Supremo. La sentencia de un golpe en marcha, ¡qué grave equivocación!

Y ese golpe de Estado del 1 de octubre de 2017 ya ha puesto la base de su primera Ley Fundamental, fruto de una derogación y una modificación del Código Penal. A partir de ahora todo es posible y además legal.

El PSOE no está en la oposición sino en el golpe

Alberto Núñez Feijóo necesitará una legislatura completa para deshacer, que es la mejor forma de empezar bien las cosas después de un desastre. Dice que lo hará. Pero sólo lo sabremos si llega al Gobierno, cosa que se complica si persiste en el posibilismo con un socialismo amable que no existe.

Apelar a Los Panchos de la pulserita —Lambán, García Page, Fernández Vara— es aburrido, muy aburrido, pero también peligroso. Se empeña el PP en creer en un PSOE bueno en vez de crear un PP a la altura de las circunstancias, que son evidentes: que la izquierda no quiere irse y que hará todo lo posible por conseguirlo. El PSOE se servirá de la Ley mientras le beneficie y la apartará cuando estorbe. En eso no engañan a nadie porque es principio fundacional de Pablo Iglesias Posse y lo hemos recordado aquí hasta la náusea. Sería también conveniente no olvidar que ERC y PSOE son coalición tácita. Lo han sido siempre, y más cuando se trata de subvertir el orden legal aunque sea el suyo, propio y privativo, como pasó en la II República. Aquello se quitó de los libros, como ahora la sedición.

Con el PSOE no se pueden dar dos pasos sin riesgo de ser traicionado o desaparecer en el engaño. ¿Y Europa? Que prueben a reeditar el desayuno en Madrid del comisario Didier Reynders, a ver qué le parece la jugadita del socio del Falcon. Que lo traiga Esteban González Pons y le explique, si lo ha terminado de captar, en qué consiste el asunto de cambiar delitos para amoldarse a ellos, en dejar de ser delincuente por prescripción legal para seguir gobernando, en convertir un golpe de Estado en una forma de gobierno.

Quizá el belga Reynders vea a España como el Molenbeek de Europa, el barrio al que, por miedo, no entra la Policía. Todo el mundo sabe que lo habitan terroristas yihadistas pero… es que Europa es así, tolerante con su desaparición. Porque esto ya no es un problema sólo de España y, a estas alturas, ya no sé si eso es buena o mala noticia. Me inclino al realismo de lo segundo.

Del PP recién estrenado —y esperemos que escarmentado—, de lo que quede operativo en Ciudadanos y de lo quiera decir Vox cuando lo vea conveniente —parece que el lunes— depende que la Ley no se subvierta definitivamente. Si hay que salir a la calle a reclamarlo y lo piden con una sola voz, sin tonterías ni trackings, sería un buen momento.

La campaña de los otros ya ha empezado y Oriol Junqueras es el mayor activo de Pedro Sánchez. Si no lo impedimos, hasta podría ser vicepresidente mientras prepara la República de Catalunya.

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