¿Echaremos de menos a Iglesias?

Lo de Madrid no han sido unas elecciones: ha sido el Malstrøm, que es un agujero por el que el mar que se traga los barcos con ratas y todo.

Lo que ha ocurrido va a dar mucho que hablar, pero, nostálgicos y sentimentales como ellos son, nuestros poetas han querido centrarse en la retirada de Iglesias, que no se ha cortado la coleta, pero ha prometido retirarse allá donde su labor en pro de la Humanidad pueda ser más útil... y lucrativa.

Los sentimientos están a flor de piel. ¿Le echaremos de menos? Pues ni en eso se pone este par de acuerdo.

YO NO
por Fray Josepho

Bendito sea el Señor,
que el Coletas ya se va.
Y a mí, querido Sanfuá,
me ha mejorado el humor.
Solo pido, por favor,
puesto que el Moños deserta,
que al salir cierre la puerta.

A los que estamos enfrente,
que el Coletas se dé el piro
nos proporciona un respiro.
Pero es que es tan repelente
que se alegra hasta su gente
(aunque de forma encubierta).
Que salga y cierre la puerta.

¿Echarlo de menos yo?
Ni en un loco desvarío
voy a añorar a ese tío.
Ya le digo yo que no.
¿Que se va? ¡Pues se acabó!
Que salga y que se divierta.
Y al salir, cierre la puerta.

¿Otro (u otra) llegará
para hacerle de suplente?
Pues, claro, evidentemente,
pero el caso es que se va,
y su salida me da
una satisfacción cierta.
Que al salir, cierre la puerta.

¿Se marcha? ¡Qué maravilla!
¿Se retira? ¡Qué alborozo!
No voy a echar ni un sollozo.
¡Que huya por la alcantarilla!
¡De su fea pesadilla
España ya se despierta!
Que al salir, cierre la puerta.

YO SÍ
por Monsieur de Sans-Foy

Iglesias es un fulano
de la más sucia calaña
que hubiera jodido España,
de poder meterle mano.
Un reptil bolivariano
que, esparciendo mil venenos,
hizo cálculos obscenos
para hundir nuestro futuro.
Sin embargo, te aseguro
que le voy a echar de menos.

Iglesias es una rata
capitana de ratones
que ha tocado los cojones
de forma poco sensata,
y que casi desbarata
lo que queda del Estado.
Me dirás que estoy chalado,
que soy cínico e injusto,
pero lloro del disgusto
por lo poco que ha durado.

¿Cuándo un tipo tan grotesco
ha llegado a ser el capo?
Ni siquiera Pedro el Guapo
es tan caricaturesco:
más ridículo y chulesco
que el mechón del propio Balta.
¡Una mierda así de alta
no se ve todos los días!
Aunque tú le encerrarías,
yo le voy a echar en falta.

El Coletas se retira.
Él, que fue el Supremo Pene,
le pasa la antorcha a Irene,
cuya luz también expira.
Arden en la misma pira
del chupopterismo obsceno.
¿Quién será el Capitán Trueno
de la izquierda nacional?
Pues, conociendo el percal...
el que venga le hará bueno.