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David Vinuesa

Bofetada de ida y vuelta del Chelsea al Atlético de Simeone

Sin ningún tipo de excusa, el Atlético fue muy inferior a su rival en octavos de la Champions.

Trippier junto a Simeone. | Cordon Press

Al grano y sin dar muchas vueltas: el Chelsea le ha dado una soberana bofetada de ida a vuelta al Atlético de Madrid de Simeone. Así de claro. No pasa absolutamente nada por decirlo. ¿Quién fue mejor en el terreno de juego? El Chelsea. ¿Qué entrenador superó al otro en el planteamiento de ambos partidos? Tuchel. ¿Qué papel hizo el equipo de Simeone? Muy malo. ¿Cuál es la nota final del Cholo? Suspenso total. No puedo ser más claro, la verdad. Cuando a un equipo o a un deportista le pintan la cara tiene que saber encajar el golpe y pasar una mala noche. Pero una, no veinte noches seguidas. No es cuestión de revolcarse como un niño pequeño en el fango ni mantener los canales de Venecia con las lágrimas, pero sí agachar la cabeza y clamar venganza después.

La verdad es que no hay un análisis muy elaborado que hacer sobre la eliminatoria entre Chelsea y Atlético. De primeras, Simeone se equivocó en el planteamiento del partido de ida jugado en Bucarest y lo dijimos aquí a las claras. Lo escribimos en Libertad Digital y lo comentamos en Fútbol esRadio y en Kilómetro Cero. En Twitter también. Simeone no fue valiente y cometió el error de sacar un once ofensivo para jugar a la defensiva. La eliminatoria se inclinó ahí, es decir, la guerra no se perdió solo en Londres sino también en Rumanía y el Cholo ha firmado con esta actuación su peor eliminatoria en 9 años. Él lo sabe, no lo duden. 

Dicho lo anterior de Simeone, el Chelsea también le ha demostrado al Atlético, igual que el Dortmund al Sevilla y el PSG al Barcelona, que para jugar en España quizá sí se pueda esperar que el balón te llegue al pie, pero en Europa, si esperas o especulas, vienen tres futbolistas y te devoran. La Champions está demostrando que a igualdad de calidad, el físico decide. Nos están pasando por la derecha franceses, alemanes e ingleses. De hecho solo ha sobrevivido el Real Madrid, que venció a un Atalanta que lógicamente no tiene la misma calidad que el conjunto de Zidane. Por cierto, los italianos no son un banda, no me creo esa milonga, pero el Madrid era mucho para ellos. En las otras tres eliminatorias sí había más igualdad en cuanto a potencial y es ahí cuando tres equipos corrían y otros tres volaban.

Lo peor para el Atlético no ha sido perder la eliminatoria sino la sensación de pilotar en Moto2 para competir en MotoGP. Ayer por ejemplo yo no hubiese quitado a Luis Suárez del terreno de juego, pero sí que estoy convencido de que nada hubiese cambiado con el uruguayo jugando hasta el final. Entiendo lo que buscaba tácticamente Simeone, sin embargo, creo que fue otro error del Cholo. Aún así, el problema del Atlético iba más allá de una sustitución, de alguna jugada arbitral polémica o del buen o mal hacer de Joao Félix, que estuvo bastante bien, todo sea dicho. Esos son unos cuantos árboles que tapan un bosque mucho mayor.

La eliminación rojiblanca es un cúmulo de cosas que va desde el mal planteamiento de Simeone a la infinita superioridad del Chelsea a nivel físico. Si me lo permiten me voy a mover en un término medio entre esos dos flancos. Ni matanzas ni suicidios. Bueno, la verdad es que si no me lo permiten lo voy a hacer igual porque suelo alejarme mucho de los shows. Para mí la derrota colchonera es tan clara que hay que hacer dos reflexiones. Una la tiene que hacer Simeone y otra el fútbol español, porque ni los planteamientos del Cholo están funcionando en los últimos años europeos ni tampoco el estilo patrio de nuestra Liga. Solo hay que poner como ejemplo a Marcos Llorente. En España pasa por encima de los oponentes mientras que anoche en Stamford Bridge ningún jugador del Chelsea fue inferior a él en los choques y en los duelos. Ahí está la diferencia. Aparte de ser más valiente al Atlético le faltó potencia, que no potencial.

Eliminados de la Copa y de la Champions, el Atlético tiene que agarrarse a la Liga. Y debe hacerlo siendo valiente, no pupista. No te pueden asustar telenovelas televisivas o tuiteras. Eso es parte del espectáculo, nada más. Ahora queda por delante el partido liguero ante el Alavés y un parón que debe reforzar al Atlético. Ganando al equipo vitoriano mantendrían o aumentarían su ventaja sobre sus rivales y ganarían dos semanas de tranquilidad. Los jugadores que se vayan con sus selecciones cambiarán el chip, que no les viene mal para respirar aire puro, y los que se quedan podrán descansar y trabajar. Ojo, los que se quedan esta vez son jugadores como Luis Suárez, Giménez, Mario Hermoso... les vendrá bien recuperar ritmo.

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