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A. O’Mullony

Cinco hechos históricos que avalan las sospechas de fraude electoral en EEUU

En siglo y medio, ningún presidente en ejercicio ha mejorado sus resultados tras cuatro años en la Casa Blanca y no ha sido reelegido.

Seguidores de Donald Trump se manifiestan en Sacramento, capital de California. | EFE

Cada día, las evidencias presentadas por los cientos de abogados dedicados a demostrar el fraude en las elecciones del 3 de noviembre son más abrumadoras, por numerosas y flagrantes. Cada día, la posición de los grandes grupos mediáticos y las empresas tecnológicas es más obvia, por pertinaz e implacable. Crece constante el abismo entre la batalla legal, es decir de hechos y democrática, que plantean los unos y la batalla de percepción, es decir contra los hechos y la democracia, que mantienen los otros, a través de la asfixiante imposición de una narrativa cada vez más visiblemente alejada de la realidad.

Según los grandes grupos mediáticos y las empresas tecnológicas, autoproclamados jueces del resultado de las elecciones más importantes del planeta, Biden ha obtenido más votos que ningún otro candidato en la historia, a pesar de la mínima ilusión generada. Gracias al odio a su rival, dice el mensaje oficial, insuflado por los mismos que hoy pretenden poner y quitar inquilinos de la Casa Blanca, en una nación que, a pesar de ello, ha llevado a Trump a mejorar sus resultados como ningún otro presidente en ejercicio. Dice la historia que el amor mueve más que el odio. En el caso de las elecciones americanas, dice otras cosas que no se han cumplido en 2020 de manera cuando menos llamativa.

1. En casi siglo y medio, ningún presidente en ejercicio ha mejorado sus resultados tras cuatro años en la Casa Blanca y no ha sido reelegido

La campaña electoral estuvo marcada, de un lado, por una movilización en torno a Trump incomparable en la historia reciente de los Estados Unidos. Cinco mítines al día, desde Florida hasta Wisconsin, siempre ante decenas de miles de personas en cada auditorio y fuera de ellos. Y, de otro, por actos con apenas docenas de participantes y una repercusión mediática abrumadora, durante los que Biden mostró en demasiadas ocasiones un estado mental cuando menos mejorable. 

En paralelo, los grandes grupos mediáticos y las empresas tecnológicas, dedicados incansablemente a minimizar el impacto del primero y revertir la insignificancia del segundo que, después de 47 años en Washington, era promocionado como la nueva esperanza de la política estadounidense, con tanto éxito que en las elecciones ha superado los 80 millones de votos, casi todos por correo. El candidato más votado de la historia tras mítines sin participantes y eventos con una audiencia irrisoria en las redes sociales. 10 millones por encima de Obama cuando, más que de político, tenía aura de estrella de Hollywood, aunque peor que él en casi todas partes, salvo en los estados bisagra. 15 millones sobre Hillary Clinton.

Por su parte, Trump ha obtenido 12 millones de votos más que en 2016 —Obama perdió cinco millones en cuatro años—, casi todos en persona. Un 20% más, con medios de comunicación y empresas tecnológicas nada partidarias. En siglo y medio, ningún presidente en ejercicio ha mejorado sus resultados tras cuatro años en la Casa Blanca y no ha sido reelegido.

2. Biden ha perdido en la mayoría de los condados en los que siempre tiene más votos el ganador de las elecciones

Durante décadas, dos de los 50 estados la Unión han votado al ganador definitivo de las elecciones. El candidato que ha llegado a la Casa Blanca siempre ha vencido en ellos. Según los grandes grupos mediáticos y las empresas tecnológicas, Biden se convertirá en el primer presidente en 60 años que pierde los estados de Ohio y Florida. Algo que estadísticamente podría pasar incluso en los comicios más limpios.

A nivel de condado, su victoria sería más llamativa, habiendo perdido en casi todos aquellos lugares que, como Florida y Ohio, siempre eligen a quien acaba siendo el presidente. 19 condados de los Estados Unidos presentan registros de votación casi perfectos en los últimos 40 años. De ellos, el candidato republicano ha ganado en todos, excepto en Clallam, en el estado de Washington, donde el demócrata se ha impuesto por tres puntos, mientras que el margen de victoria de Trump en los otros 18 ha sido superior al 16%. Si se amplía el espectro, son 58 los condados que han elegido correctamente al presidente desde 2000. De ellos, Trump ha vencido en 51, por una diferencia media de 15 puntos, mientras que los otros siete han sido para Biden por alrededor de cuatro puntos.

3. Biden ha obtenido peores resultados que Clinton en las grandes ciudades, con algunas excepciones muy concretas

Un vistazo a cualquier mapa de los resultados electorales por condados muestra que el voto demócrata es eminentemente urbano. Sin embargo, a pesar de obtener alrededor de 10 millones de votos más que Obama en 2008, cuando vivía su máximo apogeo, y 15 más que Hillary Clinton en 2016, Biden ha recibido menos apoyo que la antigua primera dama en todas las grandes áreas metropolitanas de los Estados Unidos, salvo Milwaukee, Detroit, Atlanta y Filadelfia. Es decir, en las ciudades más pobladas, todas ellas con alcalde demócrata, de Wisconsin, Míchigan, Georgia y Pensilvania, los estados en los que han tenido lugar las irregularidades más evidentes. 

4. El Partido Demócrata ha empeorado sus resultados en todas las circunscripciones en disputa

Según la prensa y las redes sociales, Donald Trump sería el único presidente en ejercicio en la historia de los Estados Unidos que pierde su reelección mientras que su propio partido aumenta su número de escaños en la Cámara de Representantes. De las 27 circunscripciones en las que era más difícil predecir el ganador, en este momento, los republicanos están en disposición de haber ganado las 27. A nivel estatal, los demócratas no han logrado hacerse con ningún parlamento, mientras que los republicanos han vencido tanto la Cámara como el Senado en Nuevo Hampshire y han aumentado su dominio en las cámaras estatales que ya controlaban.

5. El apoyo de Trump en las primarias fue el más alto de la historia

En el pasado, los votos recibidos por los candidatos durante las primarias han sido muy útiles para predecir el vencedor de las elecciones, con unos patrones invariables a lo largo del tiempo. Ningún presidente en ejercicio con al menos el 75% de votos para ser designado como candidato ha perdido la reelección. Trump recibió el 94%, lo que le sitúa en el cuarto lugar de todos los tiempos. Sólo cinco presidentes desde 1912 han recibido apoyos por encima del 90%. De hecho, obtuvo más respaldo que ningún otro presidente en ejercicio en la historia de los Estados Unidos, con 18 millones de votos (el récord anterior, de Bill Clinton, era la mitad).

Unos logros históricos ocultados los medios

Como mínimo, llama la atención el cambio en cada uno de estos patrones históricos, algunos invariables durante siglos. Aún más, que se haya podido dar en todos al tiempo. Pero lo realmente sorprendente, la principal razón para dudar, es que los grandes grupos mediáticos y las empresas tecnológicas no subrayen estos logros a diario, siquiera para eclipsar las sospechas cada vez más compartidas sobre el fraude en las elecciones, ante las que por momentos se ven más impotentes.

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