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Daniel Blanco

Barcelona - Manchester United 2011: La culminación de una obra de arte

Aquella noche, en Londres, el equipo azulgrana llegó a su máxima expresión para ganar su segunda Champions en tres años.

El Barcelona culminó una obra maestra | EFE

Fue como culminar una obra perfectamente pensada. La obra de cualquier artista, hecha fútbol. Tras tres años jugando de maravilla, aquel equipo plasmó en 90 minutos todo el resultado. El 28 de mayo de 2011, en Wembley, el Barcelona se proclamaba campeón de Europa tras un partido memorable ante un gran Manchester United. Como la primera vez, allá por 1992, el estadio londinense volvía a ser talismán.

Llegaron a decir en el vestuario del United que aquello fue un abuso. "No veíamos la pelota en la segunda parte" dijo Michael Carrick algún tiempo después. Van der Saar, el portero de ese legendario equipo (una Champions, dos finales en cuatro años) dijo que nunca vio nada igual en un terreno de juego. Esa noche Pedro, Messi y Villa hicieron los goles, Xavi e Iniesta demostraron en el campo que no había nada igual por entonces. Fue la culminación de una obra de arte.

Una final nostálgica. La titularidad de Eric Abidal tras un año malo en lo personal con un tumor en el hígado grave, que a punto estuvo de costarle muy caro. El detalle de Guardiola con Puyol, suplente en esa final, de meterle en el campo para levantar el trofeo y el detalle de éste con el lateral izquierdo francés para que fuera quien lo hiciera. A Abidal no se le ha olvidado ese gesto de Puyi.

Y eso que la final tuvo algún momento de presión, de duda. Quince minutos de la primera parte fueron del United, que llegó a empatar el partido. Pero lo que se vio después, no tiene definición, un control majestuoso de la situación. Vivir con el balón como arma. Hartar al rival hasta llegar a la desesperación. Ese ciclo de Guardiola terminó con dos Champions y dos semifinales, pero ese día el equipo jugó mejor que el año 2009, el de los seis títulos.

Muchos son los que dicen que, tras esa final, Guardiola empezó a pensar que se marchaba. Que el año siguiente sería el último en el equipo azulgrana. Incluso Johan Cruyff dijo en La Gazzetta, en Italia, que su pupilo se podría marchar si ganaba el título. Lo cierto es que lo que entonces fueron rumores serios se convirtieron en realidad en abril de 2012, cuando tras caer eliminados ante el Chelsea en semifinales, Guardiola comunicó que se marchaba.

Esa noche, en el estadio donde 19 años antes Guardiola había ganado su Copa de Europa como jugador, culminó Pep su obra. El último año nada fue igual. Lesiones importantes en la plantilla (Puyol, tres meses, Villa casi todo el año) y la superioridad del Madrid de Mourinho, que jugó de fábula, hicieron complicada la temporada. El ciclo terminó realmente aquel día en Londres y no un año después. Luego se ha seguido jugando bien, pero no exactamente a lo mismo. incluso el propio Pep en su último año. Esa noche en Wembley terminó de manera radical ese estilo. Eso sí, se despidió a lo grande.

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