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Federico Jiménez Losantos

El mentiroso insomne, la Derecha extraviada y el votante ojiplático

Yo, por supuesto, votaré. Y votaré por lo menos malo para la libertad y contra lo peor para España.

Me gustan las elecciones porque no se suben los impuestos, y eso que llevamos ahorrado, y porque se actualizan -un digitófilo diría resetean- los datos de toda la sociedad sobre lo que le pasa o de cada ciudadano sobre lo que ocurre en su sociedad. La repetición electoral produce un argumento curioso: los mismos que dicen que los políticos no explican lo que hacen les reprochan que podamos pedirles cuentas y sancionarlos en las urnas. Es como si les reprocháramos a los demás lo que han votado, pero nos diera pereza enmendar, en la parte que nos toca, las decisiones que nos molestan.

Yo, por supuesto, votaré. Y si, como el patriarca de los Kennedy, pudiera votar cuatro veces por la mañana y cinco por la tarde, lo haría encantado. Y votaré por lo menos malo para la libertad y contra lo peor para España. No aspiro a que los políticos me salven, pero en la minúscula medida de mi voto, trataré de que no me ahoguen. No "todos son iguales". Algunos son mucho peores. Contra ellos votaré al que parezca menos malo.

Esquizosánchez o el Imperio de la Trola

El candidato Sánchez, no confundir con el Sánchez candidato de las elecciones de Abril, basará su estrategia para ganar escaños en atacar a Podemos y al separatismo catalán. Así, con tres capas de hormigón facial, se lo dijo a Ferreras Tres Capas de Calzoncillos; que "en un Gobierno con Podemos, ni millones de españoles ni él mismo podrían dormir tranquilos".

Ayer, Javier Somalo recordó los hechos necesarios para valorar sus dichos: la recompensa a los golpistas catalanes que con su voto unánime facilitaron su llegada a la Moncloa fue plenamente golpista: desbloqueo de las cuentas de los golpistas, reapertura de sus embajadas, negar que hubiera violencia y, por ende, rebelión en el Golpe, echar al Abogado del Estado Edmundo Bal por negarse a prevaricar al dictado del Gobierno y en favor de los imputados del 1-O, intento de la fiscal Segarra de que los fiscales del Supremo cambiaran el delito de rebelión por el de sedición, sugerir que indultarían a los golpistas si la condena era dura, negociar los Presupuestos con el preso Junqueras en la cárcel con Iglesias como enviado de Sánchez, asegurar el propio Sánchez en la SER que el problema catalán sólo podía resolverse votando en un referéndum ilegal, porque según él, los catalanes no habían votado su Estatuto y firmar el acuerdo de Pedralbes, incluido un relator internacional para mediar entre los golpistas catalanes y el Estado.

Pero siendo estos hechos pruebas inequívocas de la intensa actividad golpista del okupa de la Moncloa hasta convocar Elecciones Generales, aún es más demostrativo de su identificación con el separatismo los pactos con Podemos y los nacionalistas, la política pancatalanista del propio PSOE en la Comunidad Valenciana y Baleares, y, para rematar la faena, la entrega de Navarra al PNV y el partido de la ETA, con Podemos como socio. En toda la campaña, Podemos fue "el socio preferente", y Begoña daba saltitos y Sanchez sonreía cuando los suyos aullaban en Ferraz: "¡con Rivera, no!".

La fonoteca y la teleteca dan muchísimos más casos de las trolas de ayer desmentidas hoy o de lo que defiende Cum Fraude y ayer atacaba con Ferreras, el Follonero y demás patulea mediática podemita y separatista. Dieter Brandau hizo también este viernes un resumen impresionante. Pues bien, este pedazo de traidor o esta pobre víctima de esquizofrenia paranoide es el que no puede dormir si en el futuro debe hacer lo que viene haciendo. Y volverá a hacer, con la misma cara hormigonada, según pinten las urnas.

Las Derechas que desafían a la Ley D´Hondt

Queda tiempo para rectificar, pero hasta ahora Rivera y Abascal se han negado a participar en la alianza España Suma presentada por el PP o, para ser precisos, por Cayetana y los renovadores, contra la vieja guardia corruta de Rajoy y Soraya que incomprensiblemente ha resucitado Casado. La negativa de C´s, dentro del autismo de Rivera en los últimos años, ha sido la más despectiva -¡con Villegas, número 2 con Libertas, al frente!- pero tiene cierta lógica: el votante que duda entre el PSOE y C´s se iría más fácilmente al partido naranja si va solo que con el PP y más aún con Vox.

En el caso del Senado, sin embargo, creo que aliarse con el PP, se entendería perfectamente. Si no lo hace es por ombliguismo vanidoso y por la confianza que mantiene en heredar al PP. Hipótesis descartable hasta que va Casado y resucita a Rajoy, Alonso y toda la patulea foralista del PPV. No obstante, incluso en ese caso suicida, debe mantener el PP la propuesta de acuerdo para el Senado a las dos fuerzas políticas que lo flanquean. Y si no Rivera, que doy por perdido, creo que Abascal debería considerarlo.

En realidad, lo más incomprensible en este mes, que ha decidido lo que ya tenía decidido Falconetti hace tres, es la negativa de Abascal. Al mismo tiempo que demostraba en el Parlamento una seriedad indiscutible que aleja de Vox la imagen de partido friki, de un solo uso para cabreados, contestó con un rotundo no al acuerdo España Suma ¡hasta en el Senado! No lo explicó… porque no tiene explicación. Tiene aún tres semanas para hacer lo que le conviene al Partido y a España: acordar con el PP una sola lista para el Senado, que puede ser del PP pero con independientes de Vox, y, sobre todo, renunciar a presentarse en las provincias con pocos escaños y donde las elecciones recientes han demostrado que no consigue diputados y evita que el PP los consiga.

Las expectativas de Vox

Naturalmente, eso debería negociarse, pero no supondría, me parece, muchos problemas. A cambio, en las provincias grandes, podría caerle el Gordo de Navidad si hoy confirma el partido de Errejón que se presenta a las elecciones, porque Podemos pasaría de disputar la tercera plaza con Ciudadanos a tener que pelear en los últimos restos la quinta con Vox. Yo no creo que las expectativas para Vox sean tan malas como se cree, y que no dejan tan claro las encuestas. Aunque tonterías como la de Ortega Smith esta semana, evidentemente, favorecerán su reducción a fuerza testimonial.

Si Abascal se olvida de las paranoias internacionales, de ese Soros que tan pocos conocen y de ese Salvini que hasta ayer apoyaba el golpe en Cataluña, creo que en los debates -o debate- de TVE y si pudiera alguno más, hará un gran papel. Tiene ahora medios para buzonear que no tenía y si centra el esfuerzo de campaña en donde puede realmente sacar escaños, que no son muchas provincias, podría mantener un grupo parlamentario, como mínimo, semejante al actual, o cinco escaños abajo… o arriba. La supervivencia de Vox pasa por la prudencia. Que hasta ahora no muestra.

También lo de Ciudadanos es de una imprudencia temeraria, pero no veo posibilidad de cambio en Rivera. Si le sale bien la voltereta de última hora y conserva su número de escaños, no digamos si lo aumenta, la caída de la Derecha que anuncian las encuestas puede convertirse en caída de la Izquierda. Si se mantienen Ciudadanos y Vox y sube el PP, todo cambia.

El votante ojiplático y el sectarismo de partido

Naturalmente, el factor Errejón puede cambiar uno de los signos que preocupan a la Izquierda Fáctica: la abstención como fruto del desencanto por la incapacidad de aliarse de Iglesias y Sánchez. Errejón podría tal vez aumentar la participación, pero ¿quitaría más votos a Podemos o al PSOE? No está nada claro. Y si no se presenta, aumentará aún más la abstención.

En esas circunstancias, los que hemos votado PP, Ciudadanos y Vox, salvo en los casos extremos de mamarrachos adictos a la red, que prefieren que se hunda todo para que sobre las ruinas amanezca su secta en el Poder, lo que deseamos, pedimos, imploramos, es sólo que se centren en el único enemigo de la Nación y de la democracia, que es El Mentiroso Insomne. Cada uno puede defender que la suya es la mejor receta, pero no caer en la equiparación del enemigo y el adversario. Si ante el Imperio de la Mentira alzado por Cum Fraude las tres derechas son taifas que pelean entre sí, no habrá modo de evitar otra legislatura de Sánchez, quién sabe si de nuevo con los golpistas y los comunistas, asegurando la ruina económica para una década y un destrozo institucional prácticamente irreversible. ¿Cabe tener alguna esperanza en su patriotismo, su sentido común, incluso su interés, porque un gran triunfo de Fráudez sería una gran derrota para los tres?

Dicen que la esperanza es lo último que se pierde. Y en todo caso, no dejaremos de insistir.

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