Menú

Campo de Criptana

Cada vez más, la política deficiente lo llena todo.

Cada vez más, la política deficiente lo llena todo. Ayer se abrían los telediarios con un supuesto nuevo caso de violencia de género, aunque la cosa no está nada clara. Pero la política lo manda así: la violencia de género primero, aunque la cosa no esté todavía investigada. Es como si se tratara de dar la idea de que los políticos están haciendo algo. La tragedia ocurrió en el Campo de Criptana, hermoso pueblo manchego, blanco y con molinos, en el que uno de sus personajes más conocidos, hijo de un maestro muy querido de la localidad, presuntamente acabó con la vida de su mujer y de sus hijos -de 8 y 5 años- y se acabó arrojando al vacío.

En España, como tengo dicho, no se averiguan nunca las causas últimas de los crímenes porque aquí no se trabaja la prevención. El caso de la violencia de género es paradigmático, pues, tras las denuncias ineficaces, las pulseras poco operativas o las campañas inexactas, el fenómeno delincuencial crece, porque las políticas aplicadas van por un lado y el crimen por otro.

En el Campo de Criptana cabe que la causa fuera la desesperación, la angustia económica o la locura, y no la violencia de género. Aunque no seré yo quien niegue esta última posibilidad, eso sí, entre otras. Al parecer, la hipótesis es que el padre asfixió a los otros tres miembros de la familia, abrió la llave del gas, lo que podría haber provocado la explosión de todo el edificio, y se arrojó al vacío. Hay quien dice en el pueblo que el fallecido no estaba bien de la cabeza y otros le suponen "varios tics"... que vaya usted a saber qué significan para la ciencia médica. Hay uno que dice que al pobre hombre, cuando no le fallaba un brazo, le fallaba la pierna; y que no se caía al suelo, pero las llaves se le iban de las manos cada dos por tres. Es decir, que podríamos tener a un hombre con un grave deterioro, pero quién va a renunciar a una noticia que puede abrir un telediario. Sobre todo ahora que, más que nunca, no hace falta que seas periodista para trabajar en la información; incluso se prefiere que no lo seas, porque así todo es fácil y político. Antes se iba al lugar del hecho a enterarse de lo que pasaba, pero ahora no quedan ya periodistas para mandarlos a ningún sitio, y es más barato hacerlo por internet. La desinformación que sufren los españoles es cada vez más eficaz; en especial la que tiene que ver con la lacra delincuencial, abruptamente deformada, trufada de frikis y llena de experimentos artificiales.

Lo de Campo de Criptana no es más que otro asunto exasperante de mala información. Lo que allí se produjo es una tragedia familiar en la que tal vez haya un argumento de desesperación o una enfermedad encubierta, cosa que sabremos, aunque solo de forma superficial, cuando se cierren las indagaciones. Para enfrentar el delito de forma global y efectiva sería necesario emprender un estudio profundo, más allá de lo policial y judicial, hasta encontrar las raíces, proceder a clasificarlas y perfilar la prevención.

La política ha llevado a la deformación del entendimiento y todo tiene el peligro de ser violencia de género, porque eso da apariencia de que los héroes políticos luchan contra ello, cosa que por cierto no hace que disminuya el fenómeno, y si hubiera un recuento veraz tal vez podría afirmarse que lo potencia. Los telediarios habrían podido abrir igualmente con "Tragedia en el Campo de Criptana", con lo que hubieran obviado de la misma forma los vaivenes políticos o de corrupción generalizada, pero al bautizar el hecho como "Un nuevo horrible caso de violencia de género" fueron más complacientes y políticamente correctos. Si el personal no se entera, que le den.

En España

    0
    comentarios

    Servicios

    • Radarbot
    • Libro
    • Curso
    • Alta Rentabilidad