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Percival Manglano

La importancia de preguntar a Sánchez-Mato por la Revolución Rusa

Esta es la estrategia de fondo de la extrema izquierda que gobierna el Ayuntamiento de Madrid: 'normalizar' lo criminal. Banalizarlo.

El comunista Carlos Sánchez-Mato | Ayuntamiento de Madrid

No fue fácil pedir al delegado de Hacienda del Ayuntamiento de Madrid, Carlos Sánchez-Mato, que justificase su tuit de exaltación de la Revolución Rusa. Primero intentó que la pregunta no fuese incluida en el orden del día de la Comisión de Economía y Hacienda del pasado día 23. Luego, ya durante la Comisión, se negó a contestar a mi primera intervención y adujo que se había "retorcido el reglamento" para incluirla. Solo quiso intervenir en su segundo turno (cuando ya no había posibilidad de responderle) y, a la vista de su estrafalaria aserción de que en la Revolución Rusa solo murieron cinco personas, seguramente hubiese sido mejor para él quedarse callado.

No voy a insistir en la profundidad de su ignorancia histórica. Ya lo ha hecho Federico Jiménez Losantos con sobrada contundencia. Quizá lo más destacado de lo dicho por Losantos sea, además de los millones de muertos directamente atribuibles a la Revolución Rusa, recordar que, contrariamente a lo dicho por Sánchez-Mato, los bolcheviques no se alzaron contra el zarismo y su nobleza. El zarismo ya había terminado en marzo de 1917. El Golpe Bolchevique de Octubre (porque fue un golpe de Estado antes que una Revolución) fue contra la legalidad rusa post-zarista. La toma del Palacio de Invierno se produjo en el contexto de las elecciones a la Asamblea Constituyente, celebradas escasas tres semanas más tarde. En estas elecciones libres, Lenin y sus bolcheviques fueron ampliamente derrotados por el Partido Socialista Revolucionario. De hecho, el PSR prácticamente dobló en votos a los bolcheviques: 40,4% contra 24%. Al rechazar la Asamblea Constituyente brindar su apoyo a una república soviética, fue disuelta y Rusia cayó en la guerra civil. Para finales de 1918, todos los partidos habían sido ilegalizados salvo el comunista. El éxito de la Revolución de Octubre fue impedir que hubiese una tercera Revolución Rusa contra los bolcheviques.

La cuestión que quisiera subrayar ahora es la gravedad que supone que Sánchez-Mato hiciese todo lo posible por impedir que la oposición realizase la pregunta. Su argumento fue que ésta no se atenía a las competencias de la Delegación de Economía y Hacienda que dirige. Veamos por qué su argumento no se sostiene y, más aún, esconde una estrategia política muy peligrosa.

La pregunta se suscita, recordemos, porque Sánchez-Mato escribió un tuit el 31 de diciembre para desear un Feliz 2017 en el que describió la Rusa como "la más hermosa revolución de la historia". ¿Alguien se imagina a un concejal de Madrid describiendo la toma de poder de los nazis en Alemania en 1933 como "hermosa"? Porque, a todos los efectos, la toma comunista del poder en Rusia fue tan calamitosa como la de los nazis en Alemania. ¿Cómo puede ser que se pretenda dar normalidad a la exaltación pública de la criminal Revolución Rusa, hasta el punto de que ni siquiera merezca ser controlada por la oposición política?

Esta es la estrategia de fondo de la extrema izquierda que gobierna el Ayuntamiento de Madrid: normalizar lo criminal. Banalizarlo. Y, cuando no, exaltarlo. Lo vemos también en sus apoyos a criminales como Andrés Bódalo o Alfon. Y cuando la oposición denuncia esta exaltación de lo que debería ser repudiado, la reacción del Gobierno municipal es intentar silenciarla.

Pues no, señores. No, no y no. No se puede admitir que una declaración pública de exaltación de unos hechos históricos criminales se asuma con normalidad o que se considere, como mucho, una excentricidad sin mayores consecuencias. La labor de la oposición debe incluir traer al debate público la barbaridad que supone que el Gobierno del Ayuntamiento de Madrid se identifique con un proyecto político causante directo de millones de muertos. Gobierno que, por cierto, al mismo tiempo se precia de estar recuperando la memoria histórica en la ciudad.

No se debe asumir con normalidad lo criminal. No lo vamos a hacer.

Percival Manglano, concejal del PP en el Ayuntamiento de Madrid

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