Colabora
Santiago Trancón Pérez

Frente al golpe de estado del independentismo

Discurso de Santiago Trancón (promotor del manifiesto de los 2.300 contra la inmersión lingüística en Cataluña) en el acto de la Plataforma Libres e Iguales en el Ateneo de Madrid este martes.

Muchos son los ciudadanos que no pudieron acceder al Ateneo por falta de espacio

Alfonso Guerra, desde su posición de izquierdas, ha definido el desafío independentista catalán como «un golpe de estado a cámara lenta». Golpe de Estado porque impone la ruptura del orden constitucional mediante métodos antidemocráticos. Ayer, un grupo de escritores e intelectuales nos reunimos en el Ateneo de Madrid para alertar de la amenaza que esto supone para la democracia, la paz y la convivencia entre todos los españoles. El acto lo abrió Mario Vargas Llosa y lo cerró Cayetana Álvarez de Toledo. Albert Boadella fue el ‘maestro de ceremonias’. Curiosa, y acaso significativamente, entre los que intervinimos había cinco leoneses: José María Fidalgo, Francisco Sosa Wagner, Mercedes Fuertes, Andrés Trapiello y yo. He aquí el texto de mi intervención:

Lo que va a ocurrir en Cataluña el próximo día 27 es el penúltimo capítulo de una crónica que ya algunos anunciamos y denunciamos hace más de 35 años. Sorprende que muchos se enteren ahora de la gravedad de la situación, cuando no es sino el resultado de un largo proceso lleno de mentiras, traiciones, chantajes, amenazas y engaños, atribuibles no sólo a los independentistas, sino a la confusión, dejación y cobardía de muchos demócratas, especialmente de aquellos que han tenido más responsabilidad como dirigentes de los partidos mayoritarios.

Cataluña es hoy una anomalía democrática, ejemplo de un sistema democrático política e institucionalmente pervertido, que ha entregado el poder a una minoría arrogante, ambiciosa y corrupta que ha sabido ocupar, sin escrúpulos ni titubeos, casi todos los espacios sociales, culturales, económicos y políticos, desde los medios de comunicación a la enseñanza, de la calle a los Ayuntamientos, de la Generalidad a los sindicatos, creando un Movimiento Nacionalista que es lo más parecido a los movimientos que dieron lugar al nazismo y el fascismo de los años treinta. La raíz totalitaria y antidemocrática de este proceso ha sido tan hábilmente encubierta y transmutada, que quienes durante años hemos tratado de mostrarlo y demostrarlo hemos sido públicamente despreciados y marginados, tachándonos de aquello que nunca hemos sido, antidemócratas.

Como resultado de esta larga historia, una parte importante de la sociedad catalana, que ha sido sistemáticamente educada y sometida a la propaganda nacionalista, declara hoy abiertamente su odio y rechazo a España, al mismo tiempo que se deja embaucar por el sueño de una Cataluña idílica, una Cataluña independentista que se muestra "tan ufana i tan superba", que se siente capaz de dar por fin un buen "cop de falç" a la Constitución de 1978, en contra de la voluntad de la mayoría de los ciudadanos de Cataluña y de España. No podemos aceptarlo pasiva o resignadamente. Aquí estamos hoy reunidas personas política e ideológicamente diferentes, pero unidas por lo más importante: la defensa democrática de la igualdad y la libertad de todos los ciudadanos. Aquí estamos hoy, todos, por responsabilidad civil, reunidos y unidos para impedirlo. La responsabilidad es individual; la tarea, colectiva.

Temas

Ver los comentarios Ocultar los comentarios

Portada

Suscríbete a nuestro boletín diario