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Max Boot

Karzai: ¿está loco o sólo se lo hace?

¿Cuántas veces se oye que a los que se oponen a la presencia estadounidense en su país los acusen de ser unos traidores, sobre todo en un país musulmán?

La negativa de Hamid Karzai a firmar el Acuerdo Bilateral de Seguridad (ABS) con Estados Unidos, negociado con gran esfuerzo con la Administración Obama, es algo que resulta exasperante, pero tiene un lado positivo: el hecho de que Karzai dé largas al asunto está poniendo de manifiesto que hay un amplio apoyo popular a que se mantenga la presencia de tropas norteamericanas y, por supuesto, al dinero que la acompaña. En la Loya Jirga convocada por Karzai para sancionar el acuerdo (cuyo veredicto aún no se conoce) tuvo lugar una escena muy elocuente al respecto. Como señala Nayib Sharifi, un analista residente en Kabul:

Cuando Karzai llevaba al menos 40 minutos de discurso, una senadora, Belqis Roshan, de Farah, una provincia junto a la frontera con Irán, levantó una pancarta llena de proclamas anti ABS que comparaban la firma del acuerdo con cometer watan feroshi (traición).

Lo que la senadora no había tenido en cuenta fue la respuesta que recibió de otros participantes. De pronto, la sala se llenó de gritos de "Muerte a los esclavos de Pakistán" y "Muerte a los esclavos de Irán", lo que hizo que hasta Karzai se echara a reír, algo que no ha hecho en público desde hace años. Finalmente, intervino, llamó a la calma e instó a los participantes en la Jirga a no acusar a quienes se oponían al ABS de ser espías por cuenta de países vecinos.

¿Cuántas veces se oye que a los que se oponen a la presencia estadounidense en su país los acusen de ser unos traidores, sobre todo en un país musulmán? Pero eso es lo que está ocurriendo en Afganistán, donde, por lo visto, todo el mundo, excepto los talibanes, insta a Karzai a que se ponga con ello de una vez y firme un acuerdo que permitirá que el Gobierno sobreviva después de 2014.

¿Por qué Karzai aún no lo ha hecho? Afganistán, como otros países de Oriente Medio y de Asia Central, es famoso por sus teorías de la conspiración, y Sharifi tiene una muy buena para explicar la conducta del presidente:

Al retrasar la firma del acuerdo, está generando mayor apoyo nacional al pacto. En otras palabras, en la práctica, está creando presión popular contra sí mismo. ¿Por qué? Porque hay un estigma histórico asociado a cualquier acuerdo que incluya el establecimiento de bases militares extranjeras en el país. Si bien los afganos apoyan en la actualidad la creación de las mismas, dado el incierto futuro político del país, a Karzai le preocupa su legado y, si el sentimiento nacional cambia, no quiere que le consideren la persona que contribuyó a ello. Al aumentar la presión popular, está creando un clima que le permitirá firmar el ABS mientras alega que no le quedaba más remedio que plegarse a la voluntad del pueblo.

Lejos de mí el predecir o explicar la conducta de Karzai, pero, verdaderamente, parece una teoría convincente. Sólo espero que Sharifi tenga razón en lo de que el presidente afgano abandonará pronto la farsa y firmará el ABS, porque si no lo hace la Administración Obama podría usar eso como excusa para retirarse, dejando a Afganistán -y los intereses estadounidenses en la región- en la estacada.

© elmed.ioCommentary

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