Los corolarios del 'Buda' de Cádiz
Corolarios del PP: "No hagas nada para que no te critiquen. Cuando puedas cambiar las cosas, no las cambies...".
Corolario es una proposición que resulta evidente tras la demostración de otra de la que se desprende como consecuencia lógica. El Buda de Cádiz es un personaje con calva de escriba de la corte de un Faraón y cara de sacerdote cartaginés del Aníbal niño, y que es tan animoso como aquel Paco el Tieso que combatió la eutanasia de los progres desde la pluma de Antonio Burgos pero con dos piernas y la columna vertebral en su sitio. Pues bien, deambulaba ayer el Buda por las sinuosas callejas de la vieja Cádiz, desde la taberna del Tío de la Tiza camino de Puerta de Tierra, cuando, de súbito, le vino a la boca la palabra corolario, si bien en sus labios podría sonar como "colorario" o "locorario". No supimos bien a qué se refería hasta que desmenuzó los problemas andaluces y sentó cátedra bajo el fresco del poniente con los que, para los que le acompañábamos, serán ya siempre los corolarios del Buda de Cádiz.
¿Qué es lo que pasa en Andalucía? Pues sencillamente que los colorarios o corolarios de la gente del régimen son claros, sencillos, directos y se deducen de verdades demostradas, como que no hay partido del pueblo que no sea el PSOE y que no hay moral política ni social que sea diferente a la practicada por el PSOE. Y entonces, dijo el Buda: "Como corolarios, tomen nota de algunos que son como aquellos duros antiguos que tanto dieron que hablar". Y comenzó una letanía: "Enchúfate, enchúfalos, llévatelo pero da una parte al partido, no tengas hijos que no puedan formar parte de la administración paralela, sé el más fiero en los mítines y más dócil en los comités, reza a san Bárcenas pero no mientes al san Ere que Ere, dale obras a los amigos del partido a cambio de manteca para engrasar la maquinaria, aprende que no se trata de la verdad sino de la consigna nuestra de cada día, propaga lo que beneficie y calla o niega lo que no conviene, haz una lista de quienes conoces a los que no hay que darle ni agua y ponte un cuchillo en la boca como los viejos piratas cuando haya que abordar las fortalezas del PP".
Entonces fue cuando le preguntamos por el secreto del régimen. Y dijo el Buda: "El quid de los últimos 30 años de la vida andaluza está en los corolarios del PP". Claro está que nos quedamos pasmados cuando salíamos de La Caleta camino de la impresionante playa de la Victoria que cuida La Teo, Teo, Teo con un mimo inigualable desde la época de los Balbos. Esperamos a que nos recitara los corolarios del PP y entonces comprendimos. Empezó: "No hagas nada para que no te critiquen. Cuando puedas cambiar las cosas, no las cambies. No coloques a los tuyos, porque es inmoral, pero deja colocados a los que dejó colocados el PSOE, no vayan a criticarte o a buscarte las vueltas. Procura ser suave en las formas y más suave todavía en el fondo. Si no cumples tu programa te perdonarán la vida y te llamarán centrista moderado. Ignora a los enemigos y maltrata a los que te han votado porque son de derechas...". Y así siguió un buen rato hasta que se volvió hacia nosotros diciendo: "¿Son o no son estos los corolarios del PP andaluz que los han condenado a más de dos generaciones en la oposición?". Ardía la arena, se apagaba la tarde y quedaron en el viento los corolarios del Buda de Cádiz, una lección de lógica que no podrá olvidarse en mucho tiempo. Y como remate, el Buda pontificó: "Sit tibi terra levis", "que la tierra te sea leve", el epitafio romano de muchas tumbas halladas en Cádiz, sentidamente dedicado al PP.
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