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Zoé Valdés

De 'líderes' y petimetres

El pueblo iraní­, dicen, ha sabido elegir a un moderado, Hasán Rohani, que ya veremos si de verdad lo es o no.

Recibo un email con un link a una entrevista de un cubano que, según veo, vive en Miami y acaba de hacer un documental sobre los cubanoamericanos. El documental lleva ese nombre, pomposo por demás: Cubanamerican, y trata de los cubanos que, según el punto de vista del realizador, han dejado huella alrededor del mundo. En su gran mayorí­a hombres de negocios. Pocos artistas, al parecer, pocos escritores, quizá ninguno. No he visto el documental entero, solamente fragmentos.

Una frase del autor, dicha en entrevista con Martí Noticias, que podrán ver en el link que les he puesto anteriormente, vuelve con el tema de la reconciliación entre cubanos, que no es más que la reconciliación con los que siguen desangrando a ese pueblo, con los castristas, porque el verdadero pueblo cubano, dentro y fuera de la isla, las familias cubanas, por mucho que los castristas quisieron que rompieran lazos, obligando a los primeros a no responder cartas provenientes del exilio, a romper todo ví­nculo (como sí lo hicieron muchos), algunos de ellos, continuaron salvando por encima de todo, el amor y la paz entre hermanos, padres, abuelos, madres e hijos. De hecho ha sido el exilio quien ha mantenido económicamente durante décadas a los zánganos castristas. Y ahora entonces, otra vez regresa como en un mantra el temita de la reconciliación. Y el del perdón.

Cuando hablan de perdón, por supuesto que se refieren al perdón a los castristas, lo reitero. Y resulta curioso que tantos cubanos de ese supuesto exilio cubanoamericano estén tan preparados y reafirmados en sus ideas de perdonar a los Castro y a toda su parentela, pero sin embargo siguen aferrados a la idea de que Batista fue un hombre horrendo, y que no se puede de ninguna manera perdonar su cuartelazo del 10 de marzo, que fue un cuartelazo apoyado por los cubanos de a pie, como se puede ver en este video en el que los franceses llaman "coup d'Etat éclair" sin derramamiento de sangre a lo que en realidad fue un cuartelazo que, indiscutiblemente rompió con la Constitución de 1940, y provocó los desmanes posteriores.

Sin embargo, pese a que comparado con los desmanes del castrismo durante 54, el presidente Fulgencio Batista y Zaldí­var ya es un niño de teta, todaví­a algunos continúan odiándolo y despreciando todo lo que tuvo y tiene que ver con ese fragmento fundamental de nuestra historia y por otra parte perdonando a los dos viejos asesinos, reclamando su atención, e intentando reconciliarnos con el horror, la vergüenza y la basura.

Todo menos ese pedazo de nuestra historia, y a disculpar entonces el perí­odo peor de esa misma historia, en el que todaví­a Cuba vive sumergida, a borrarlo y a recomenzar sin ningún tipo de enjuiciamiento, ni siquiera una reflexión. El documental lo veré, sin duda alguna, pero ya que me digan que es un documental hecho con la intención de perdonar a estos dos viejos cagalitrosos que tienen como dictadores y a sus herederos, ya es que me repatea el hí­gado.

Entre tanto, Ahmadineyad, el Bizco de Teherán ya está afuera, el pueblo iraní­, dicen, ha sabido elegir a un moderado, Hasán Rohani, que ya veremos si de verdad lo es o no. ¿Y los cubanos? Perdonando, y dándose autobombo y platillo con lo de Cubanamerican y su huella por el mundo. ¡Pobre mundo!

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