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Isabel de Valois, la joya de Francia

Cuando el cortejo fúnebre pasaba por las calles, la gente lloraba de pena. El rey se retiró dos semanas al Monasterio de los Jerónimos, sin querer recibir a nadie ni ver documento alguno; luego marchó a El Escorial; y guardó luto un año entero.

estepa dijo el día 26 de Agosto de 2012 a las 14:04:

Me ha gustado.

Elentir dijo el día 25 de Agosto de 2012 a las 00:03:

Es curioso cómo las Isabeles extranjeras dejaban prendidas a los reyes españoles. Aquí hablas del caso de Isabel de Valois, pero también se podría hablar del caso de Isabel de Portugal, a la que el Emperador Carlos V acabó amando profundamente.