Ha sido noticia el aterrizaje en el planeta Marte de un robot de la NASA. Al hilo de esto, mi amigo Monsieur de Sans-Foy decía en Twitter que nosotros habríamos mandado no uno, sino diecisiete robots. No me cabe duda.
Si en un poquito más que un periquete
la NASA su robot lo manda a Marte,
dice Sans-Foy que aquí, por nuestra parte,
si hay que mandar, mandamos diecisiete.
Cada robot —soñemos— le compete
a su Ente Autonómico y, aparte,
va con su pinganillo, su estandarte,
su vernaculidad y su cohete.
Nuestra pluralidad chiquipatriótica
tendría en el espacio y la robótica
su busilis, su quid y su porqué.
Aunque —ya sin soñar— no es fantasía
que haya un robot por cada autonomía.
Estamos solo a falta de la "t".