Decía Andreotti que en la política española manca finezza. Es posible, pero lo que de verdad falta es seriedad. Estamos al borde de la quiebra, de la intervención, del desastre en definitiva ¿y a qué se dedican nuestros políticos? Rajoy se queja de que no se puede gastar más de lo que se ingresa como si él en eso no tuviera nada que ver. Luego recrimina a Europa no cumplir lo pactado cuando somos nosotros quienes no lo hacemos. A pesar del torbellino en el que anda metido, encuentra tiempo para irse a su tierra a devolver el Códice Calixtino para asegurarse ser la foto de portada de este lunes (la de La Razón la tiene asegurada). Y Gallardón dice que negociará la reforma del Consejo General del Poder Judicial con el PSOE. Así, la negativa de Rubalcaba le servirá de excusa para no cumplir su programa y que sigan siendo los políticos quienes continúen eligiendo a los miembros de la alta institución.
Al otro lado del hemiciclo, las cosas están aún peor. El PSOE no hace una sola propuesta de cómo recortarían ellos el gasto para cumplir el compromiso de déficit. A lo más que llegan es a afirmar que no harían nada de lo que se supone va a hacer Rajoy. O sea, dejarlo todo como está, una muy populista manera de garantizar la quiebra entre un atronador flamear de banderas rojas. Pero, como ven que, escaldados como estamos, ese mensaje no cala, se dedican también a meterse con sus disidentes y a inventar chascarrillos de titular de periodicucho de izquierdas como lo del "Fátimagate", por lo de la filtración que desde el Ministerio de Empleo han hecho del ERE del PSOE. Que esa es otra, como si allí no hubiera graves problemas de los que ocuparse.
En Bankia puede verse muy bien de qué pasta, y nunca mejor dicho, están hechos unos y otros, pues socialistas y populares, cuando el auditor afirma haberles entregado unos papeles que reflejaban la situación del banco, contestan que nadie puso el énfasis en ello y que, en todo eso, ellos no se enteraron de nada. Seguro que no lo hicieron. Tan seguro como que nunca se preguntaron por qué les pagaban sumas ingentes por eso, por no enterarse de nada.
Dicen por ahí que todo pueblo tiene los gobernantes que se merece. Yo no digo que alguna vez, como electorado, no hayamos sido tan inconscientes como nuestros políticos. Pero, en 2011 pusimos a Rajoy al frente del Gobierno para que hiciera todo lo que había que hacer, por muchos que fueran los sacrificios que implicara, con tal de que los primeros en asumirlos fueran los políticos. Nos han metido algún crujido que otro más o menos inútil, pero ellos siguen como siempre, preocupados por salir en la foto, largando mensajes de brocha gorda y haciendo como que se pelean mientras se reparten las bicocas, que no han suprimido ni una. Falta, desde luego, finura y seriedad. Y muchas más cosas.